UAM Xochimilco conmemoró el 48 aniversario de su fundación
Reportera: Verónica Ordóñez Hernández
Las actividades para la comunidad de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco, del pasado viernes, iniciaron desde temprano con el izamiento a nuestro lábaro patrio, seguido de la entonación del Himno Nacional para conmemorar el 48 aniversario de la fundación de la Unidad.
Fue el 11 de noviembre de 1974 cuando se creó la UAM Xochimilco, un organismo descentralizado del Estado que rompería con el concepto parcial, aislado del escenario social y de lenguaje críptico que caracterizaba a las universidades, por su modelo educativo innovador, cuyo propósito esencial era la práctica universitaria socialmente comprometida, integradora de la generación, transmisión y aplicación del conocimiento, un modelo que trascendió hasta nuestros días y que hoy lo conocemos como Documento Xochimilco.
En la ceremonia protocolaria, el doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad, recordó que el proyecto universitario concebido por el doctor Ramón Villarreal Pérez, primer rector de la Unidad, y un grupo de profesores (as), definió las pautas del Sistema Modular resumido por el mismo doctor Villarreal con la frase “aprender resolviendo y resolver aprendiendo, es la más sintética definición de nuestro proyecto académico”.
“Desde entonces, el sistema modular ha sido un trabajo colectivo y permanente de profesoras y profesores, de las alumnas y alumnos que hicieron de esta Unidad su opción de formación, de los trabajadores y trabajadoras que contribuyen a la funcionalidad de la institución”, dijo.
El rector reconoció el trabajo y compromiso con esta casa de estudios a los quince mil miembros que forman parte de ella, “somos las personas las que le damos vida, las que le damos sentido y hacemos posible su funcionamiento”, por lo que alentó a la comunidad a hacer del diálogo, la tolerancia y el respeto los ejes para seguir engrandeciendo a la Unidad Xochimilco de la UAM.
En la ceremonia la doctora María Angélica Buendía Espinosa, secretaria de Unidad, refirió que en el compromiso de la Universidad para la formación de profesionistas que atiendan los problemas de las mayorías en nuestro país, “inspirados en la verdad científica y humanística, con un proyecto académico fincado en el desarrollo de nuestra comunidad, se necesita la participación crítica y activa de todos los miembros de la comunidad”.
La doctora Buendía consideró que las deficiencias educativas científicas y técnicas de la sociedad muestran la urgente necesidad de producir nuestra propia ciencia y técnica, y no ocuparnos de ello es una falta de conciencia respecto a los más importantes problemas nacionales.
“Servir al hombre, atender nuestros recursos, aumentar nuestra eficiencia social, trabajar por el bienestar y producir abundancia de bienes y satisfactores, son tareas que nos comprometen permanentemente y que hacen a la investigación y al aprendizaje los medios adecuados para conseguirlos”, desde esta perspectiva podemos considerar que la alternativa académica de UAM Xochimilco, es una propuesta programada de efectos calculados y fundamentalmente, necesaria para enfrentar los problemas que nuestra época plantea; es este sentido es una Casa Abierta al Tiempo, señaló la secretaria de la unidad.
La celebración continuó al medio día en el Centro Cultural UAM Xochimilco, con la asistencia del doctor Mario de León Winkler, director del Conocimiento de la UAM, en representación del rector general; el doctor Gabriel Soto Cortés, rector de la Unidad Lerma, y el maestro Alfonso Martínez Ortiz, coordinador de Servicios Integrales para el Bienestar de la Unidad Iztapalapa, en representación de la rectora de su Unidad.
La Banda Sinfónica del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México, dirigida por el maestro Gerardo de Jesús Payán Gutiérrez, egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), ofreció sesenta minutos de música, a través de la cual las y los jóvenes contribuyen en la construcción de un mundo mejor.
Las flautas, piccolos oboes, clarinetes, fagotes e instrumentos de la sección de aliento metal de los integrantes de la banda, desbordaron el Centro Cultural con el programa “animación sinfónica”, configurado con la intención de contribuir a la reestructuración del tejido social de la Ciudad de México, “a veces fracturado en el hogar, a veces en las aulas y muchas otras a pie de calle y es a través de estos conciertos que podemos llegar más profundo que con las palabras o las acciones”, refirió el maestro Jesús Payán, quien también tiene estudios de etnomusicología por la Facultad de Música de la UNAM.
El entusiasmo de las y los conocedores (as) del género creció a medida que escuchaban las catorce aperturas más icónicas del dibujo animado, entre ellas Fullmetal Alchemist, Ponyo, Cowboy Bebop, de Shinichiro Watanabe, Naruto, Pokemon-Atrapalos Ya, Dragon Ball – mi corazón encantado, y Evalgelion, con la obra A Cruel Angel’s Thesis.