“El amor romántico”: una invención que debe replantearse
Desde una perspectiva de estudios de género y feminista, la doctora Esmeralda Covarrubias López, profesora-investigadora del Departamento de Atención a la Salud, abordó el tema del “amor romántico” surgido en el siglo XVIII con un punto de vista heterosexual e incondicional, aprendido en el seno familiar y mediante las telenovelas y películas en las cuales se elude el maltrato y las micro-violencias que coexisten en las relaciones parejas.
En el marco de la Semana de la Sana Convivencia en División de Ciencias Biológicas y de la Salud, la doctora Covarrubias, al dictar su conferencia “Construyendo relaciones erótico-afectivas desde el bienestar”, señaló que pesar del tiempo esta idea prevalece como si el amor fuera chip con el cual uno nace. No es fácil desechar nuestras creencias cargadas de emocionalidad donde “el amor lo puede todo” “mi media naranja” o que el estado ideal para una persona es estar en pareja.
En México, según la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares de 2016, el 76.1 por ciento de las personas sufrió violencia por parte de su novio (a) o pareja a lo largo de su relación, y el 44.8 por ciento la experimentó durante los últimos doce meses. “Esta es una información que se queda corta, ya que no se consideran las micro-violencias y los abusos de poder desapercibidos por la persona violentada”, añadió.
En el marco de la Semana de la Sana Convivencia en División de Ciencias Biológicas y de la Salud, la doctora Covarrubias, al dictar su conferencia “Construyendo relaciones erótico-afectivas desde el bienestar”, señaló que pesar del tiempo esta idea prevalece como si el amor fuera chip con el cual uno nace. No es fácil desechar nuestras creencias cargadas de emocionalidad donde “el amor lo puede todo” “mi media naranja” o que el estado ideal para una persona es estar en pareja.
Por ello, dijo, “el amor ha sido objeto de estudio como fenómeno y se aborda desde distintas disciplinas. La idea del amor, marcó el fin de las alianzas de pareja basadas en acuerdos económicos o arreglados y hoy ocupa ese espacio la triada: sexualidad-amor-matrimonio”.
La especialista prefiere tomar el término de relaciones erótico-afectivas y no de noviazgo o relaciones de pareja, ya que en la actualidad existen otras etiquetas como amigovio (a), amigos (as) con derechos o simplemente vínculo. Esto implica reflexionar sobre nuestros deseos al momento de vincularnos con otras u otros, y no necesariamente en una relación de pareja. Para ello, es necesario hacer cambios de comportamiento en nuestras vidas, a fin de transformar nuestra idea del amor centrado en la pareja.
En su libro Todo sobre el amor, la feminista Bell Hooks califica a la familia como la “única esfera institucionalizada de poder que fácilmente puede convertirse en autocrática y fascista”. Al crecer bajo la lógica amor-castigo, aprendemos maneras de manifestar amor mediante el maltrato y queda en entredicho lo “natural e innato del amor”.
Estas formas de aprender el amor, las trasladamos hacia las formas de vinculamos fuera del núcleo familiar. Para concebir el amor en un ambiente libre de violencia se puede reaprender amar desde otro lugar, a partir de un acto de reflexión que pongan en duda nuestras creencias y es necesario hacer una especie de diagnóstico situacional.
La doctora Covarrubias apuesta por llevar a la práctica estrategias de resistencia con el ánimo de sostener otras formas de vincularse, no solamente con familiares o amistades, también con nuestras profesiones. Porque el maltrato también está al aceptar trabajos precarizados y doblar turnos sólo por “amor a nuestra profesión” y propone dejar de pensar el amor desde el sacrificio y el dolor.