Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
Paradigmas
El fútbol es una de tantas actividades socioculturales de ocio y recreación que exacerba las pasiones; estar en una contienda deportiva genera tensión, contención y explosiones emocionales que pueden ir escalando hacia la euforia y la violencia las cuales, tristemente, pueden transformarse en hechos lamentables y luctuosos. El fútbol es un fenómeno social que debe ser abordado y analizado en las universidades para ampliar su entendimiento y construir una cultura de convivencia.
La mesa redonda “Fútbol, pasión y violencia. Reflexiones desde las Ciencias Sociales”, organizada por la Coordinación de Planeación, Vinculación y Desarrollo Académico (Coplada) de la UAM Xochimilco, se celebró en el marco de la firma de colaboración entre nuestra casa universitaria y la embajada francesa en México con fines académicos.
En la apertura de la mesa introductoria, el doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco, señaló que el deporte es “una actividad que en primera instancia se relaciona con bienestar, salud, recreación y convivencia, pero también es un lugar social donde se desatan pasiones y en ocasiones conduce a la confrontación entre los aficionados”.
Prueba de ello es que en nuestro país, hace apenas unas semanas y en días recientes, se visibilizaron dos actos de violencia que son apenas una muestra de las exacerbación que desata el fútbol, uno en el estadio de Querétaro y otro a través del reclamo airado de los aficionados de un equipo en el hotel donde se concentraban.
El embajador de Francia en México, Jean-Pierre Asvazadourian, coincidió con el sociólogo francés, Marcel Mauss, quien considera que el balompié es un “hecho social total”, porque involucra cuestiones económicas, sociales, culturales, políticas, morales y psicológicas de nuestras vidas colectivas e individuales: “es un deporte que no conoce fronteras y, paradójicamente, es una afirmación de nuestra identidad y nuestra pertenencia a un barrio o país”.
Para el embajador de Argentina en México, Carlos Tomada, el fútbol es un tema apasionante que atraviesa tanto a jugadores como aficionados, ya que por su condición socializante no distingue género ni condición social. “Cuando evoco un recuerdo hermoso, generalmente está asociado al fútbol, como lo fue la Copa Mundial 1986 en México, cuando Argentina ganó el campeonato y Maradona obtuvo su consagración internacional”.
El embajador recordó cómo a mediados de la década de 1990 en Argentina se tomaron medidas en los estadios a partir de las peleas colectivas de los aficionados, y del descubrimiento de armas en ellas: pero no obstante la presencia policial, los cuerpos de seguridad no contaban con la preparación para prevenir, contener y generar protección.
Por ello, para 2006 los hechos violentos continuaron y se tuvo que prohibir la entrada a las “hinchadas” del equipo visitante, una medida drástica que variaba. “Fue en 2013 cuando los equipos tuvieron que jugar con los aficionados y la hinchada locales, cancelando así la belleza del espectáculo; si bien hubo una disminución de la violencia, el encanto se perdió al no darse la disputa entre las partes.”
Paradigmas
Dice el último párrafo con lo que parece un error de edición:
“Fue en 2013 cuando los equipos tuvieron que jugar con los aficionados y la hinchada locales, cancelando así la belleza del espectáculo; si bien hubo una disminución de la violencia, el encanto se perdió al no darse la disputa entre las partes.”
El párrafo parece que debería referirse a la disputa con estadios cerrados, vacíos. Es decir la pérdida del encanto se dio por cuanto a la ausencia de los públicos afectos a los equipos. Saludos