Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
Fotografías: José Ventura Flores Velasco

El artista visual Carlos Aguirre Pangburn recibió la Medalla Bellas Artes 2024, en la disciplina de artes visuales, que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a la trayectoria de creadores prominentes y productivos, como lo ha sido este artista del arte contemporáneo y académico de la UAM-Xochimilco. Fue un merecido reconocimiento a su búsqueda y exploración de nuevos lenguajes, materiales y técnicas a través del dibujo, pintura, escultura, instalación y fotografía a lo largo de más de 40 años.

La sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, fue el recinto donde se congregaron artistas, amigos y familiares para unirse a esta celebración, donde también se resaltó la trayectoria de Lourdes Almeida y Guillermo Ceniceros (medallas 2023), así como de Yolanda Andrade, Magali Lara, Jan Hendrix y Carlos Aguirre (medallas 2024).

En una emotiva ceremonia, la doctora Lucina Jiménez López, directora del INBAL, destacó la trayectoria de esta generación de artistas que trazan por sí mismos una ruta poderosa, incitante y muchas veces inverosímil. Estas aportaciones, dijo, “son un ejemplo de gratitud a quienes han sido sus maestras, maestros y a quienes conviven y construyen, tanto ambientes de colaboración, como de discrepancia”.

La directora del INBAL se refirió a la obra de Carlos Aguirre como un discurso visual original que dialoga con el mundo y logra colocar frente al espejo a una sociedad víctima de un capitalismo salvaje, capaz de comerciar almas y cuerpos. Su obra, dijo, es una denuncia permanente expresada sorprendentemente a través de su arte a lo largo de cuatro décadas.

Al hablar sobre la obra del artista, el arquitecto Felipe Leal dijo que en cada pieza Aguirre corre riesgos (al referirse a su libro y obra Zona de Riesgo), debido a los métodos y técnicas innovadoras a las que ha apostado y concretado, a más de 40 años de producción artística en temáticas ambientales, políticas y sociales que suceden en nuestro país.

 “Carlos se formó como diseñador industrial en la Universidad Iberoamericana. Años después realizó una maestría en artes por la Central School of Art and Design, en Londres, en la década de los setenta. Esta experiencia lo marcó para inclinarse por el arte conceptual, que le permitió expandir su gran capacidad de dibujo y extraordinaria caligrafía para explotarla como elemento narrativo de sus primeras obras”.

El arquitecto Leal señaló que, a finales de la década de los setenta, Carlos Aguirre fue miembro de Proceso Pentágono y digno representante de ese sugerente movimiento reconocido como el de Los Grupos. Lo propositivo de este trabajo, apuntó, lo hizo representar a México en las bienales de arte de París (1982), de Sao Paulo (1985 y 1998) y fue merecedor de la beca Guggenheim en el campo de la instalación artística.

“Carlos es sin duda un innovador permanente, cambia con frecuencia sus giros temáticos y a la par utiliza materiales y soportes ilimitados, para ello se vale de objetos, artefactos y herramientas en desuso: madera, acero, huesos, pulmón y cenizas humanas, así como materiales para la construcción: guantes de carnaza para obreros, plásticos y recientemente se ha concentrado en procesos e impresiones digitales”.

Felipe Leal enfatizó que Carlos Aguirre, en sus exploraciones sobre procesos técnicos, aparece con toda su experiencia en diseño industrial, a la que nunca ha renunciado al imprimir su dote artístico y su preocupación social comprometida con el arte y su entorno social y político en todo lo que produce. “Carlos es un ser sumamente racional y ordenado, obsesivo con la precisión del mensaje y con la realización de la ejecución técnica”.

También, finalizó, ha sido un tutor comprometido con los jóvenes creadores del FONCA y con el alumnado de la licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica, de la División de Ciencias y Artes para el Diseño (UAM-Xochimilco), donde imparte clases.

Al término de estas palabras, de quien ha sido fiel testigo de su trabajo creativo, Carlos Aguirre, visiblemente conmovido, comentó que no esperaba recibir la Medalla Bellas Artes. “Nunca lo imaginé”, y parafraseó a Pedro Vargas con esa manera “muy suya de ser”: “muy agradecido…”.