Publicación bimestral de la Coordinación de Extensión Universitaria

Boletin Cauce Cauce en línea

UAM: 48 aniversario

Yolanda Massieu

Profesora-investigadora, División de Ciencias Biológicas y de la Salud

El primer día todo era emocionante, salir de la prepa y entrar a una universidad con una propuesta de enseñanza-aprendizaje novedosa e interesante. Éramos las primeras generaciones (en mi caso, la segunda), y en toda la UAM Xochimilco se respiraba el entusiasmo de construir algo nuevo por parte de la comunidad universitaria.

Las instalaciones eran incipientes: casi toda la licenciatura la cursé en aulas prefabricadas provisionales (mejor conocidas como “gallineros”) y el edificio central (A). Más adelante construyeron el edificio M y ahí alcancé a cursar algunos módulos. En los gallineros estaba el legendario “salón naranja”, en el que alumnas y alumnos oíamos música y convivíamos, pues había juegos de mesa.

¿Por dónde empezar para hablar del agradecimiento que le tengo a mi universidad, en la que ahora tengo la fortuna de trabajar? El Sistema Modular tenía a muchas y muchos docentes entusiasmados y apasionados. Recuerdo que cursé módulos completos en un rancho en Tuxpan, Veracruz, o en La Piedad, Michoacán —¡del cual regresamos con un olor característico de la porcicultura de la zona!—, y conté con la generosidad de maestros como Federico Carbajal, José Delgado y Ramón Gay en la carrera; de Luis Moles, en el tronco divisional, y de Bernardo Méndez, en el interdivisional, donde tuve la experiencia preciosa de convivir con estudiantes de todas las licenciaturas. Tengo amistades actuales que cursaron otras carreras, a quienes conocí en esa época.

Los viajes de estudio eran divertidísimos, cansados y ricos en aprendizajes, algo que he repetido ahora como maestra de la UAM Xochimilco, con estudiantes de licenciatura y posgrado. A la fecha, la primera y

segunda generaciones de medicina veterinaria y zootecnia estamos en contacto y hacemos una reunión anual en distintas partes del país. En mi caso, de origen urbano, la experiencia de mi carrera y el Sistema Modular me ayudaron a conocer la realidad rural de México, con la que desarrollé mi actual vocación, si bien de manera interdisciplinaria, pues de veterinaria salté a sociología rural y asuntos socioeconómicos y tecnológicos del agro mexicano. Esto se lo debo a la uam Xochimilco y nunca me he arrepentido, pues el Sistema Modular me ayudó a entender la necesidad y las virtudes de la interdisciplina.

¡Cómo olvidar cuando en el tercer módulo del tronco divisional de Ciencias Biológicas fue necesario consultar a dos psicólogas (Lore Aresti y Mireya Zapata) para que atendieran los problemas de aprendizaje que tenía el grupo!, o cuando, como estudiantes de veterinaria, vimos un documental sobre los comuneros de Tachai, en China, e inspirados(as) hicimos una parcela experimental de forrajes en el terreno que estaba entre los gallineros y el edificio A. Tenía forma de pastel y cada rebanada era un forraje diferente. También fue inolvidable cuando tocó el entonces Three Souls in my Mind, y coreábamos sus canciones.

Después cursé la maestría en Chapingo e hice el doctorado en la UNAM. Laboré en las escuelas tecnológicas agropecuarias de la Secretaría de Educación Pública, y obtuve una plaza en la Unidad Azcapotzalco cuando ya estaba más dedicada a la sociología rural. En 2006 conseguí el cambio a mi amada UAM Xochimilco, y ahora, como docente-investigadora, cada que recorro los pasillos no puedo evitar un suspiro de satisfacción, pues regresé a mis orígenes: día a día constato la grandeza de mi alma mater, la universidad que me formó en muchos sentidos.

2 COMMENTARIOS

  1. Prácticamente me formé con pocos docentes. El importante fué Federico Carbajal; desde escucharlo decir el dueño no me va a decir qué tengo qué hacer, hago lo que ha se tiene que hacer por lis animales. Y, punto. Lo menos del doctor Carbajal. La discusión de la especialización como maestros en ciencias y que el no necesitaba un título de maestría. Y de allí, muchos otros docentes incómodos frente a la sapiencia y dureza del mismo doctor. Verlo en clínica. Estudiarla. Feliz en su ocaso viajando en volantas por los lodazles rurales. Su apego a nosotras. Dormir en la misma cama por cuidarme y abrigarme por ser siempre el primero en levantarse. Dietas. Gritar verdades. Las ratas que decía criar en su cubículo para que más lo llamarán loco. Lo único que la UAMX le dió fue una placa sucia que clavaron en una sala isóptica. No se más sobre lo que sus alumnos hayan reivindicado de él. Imposible romper los nuevos paradigmas de la producción industrial. Luego, una heterodoxia en la praxis. Creo no se elaboró su pensamiento humanista y médico. Solo puedo decir espero seguir discutiendo con usted lis casos clínicos, libro en mano. Nociones de sistemas eran irrelevantes, y aún hoy. Nos llevaba a su casa y nos cocinaba los fines de semana allá por Satélite. Decía que sus hijos se habían replegado con su esposa. Al final cambiar el Vocho amarillo por un último modelo color vino y …..

  2. Cada profesor y/o egresado de cada una de las 5 unidades de nuestra UAM es expresión de diversas propuestas educativas que han dado frutos. Hoy la pandemia nos orillo al sistema a distancia interactivo y espero que con nuestro retorno no se pierda esa experiencia que usn puede dar excelentes resultados y que será la sexta unidad abierta al mundo. Cómo profesor con 43 años de servicio puedo decir que la UAm me formó y me debo a ella.

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