Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda

En los últimos años han surgido complejos de conjuntos mixtos que combinan usos habitacionales, comerciales, de oficinas y de entretenimiento, los cuales tienen impactos negativos en algunas ciudades del país y de Latinoamérica.

“No obstante, existen propuestas arquitectónicas contemporáneas que apuestan por la incorporación de materiales modernos y tradiciones en busca de minimizar el impacto al medio ambiente”, sostuvo el doctor Javier Francisco Soria Pérez, rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, al inaugurar formalmente los trabajos del III Encuentro de Investigación y Crítica de la Arquitectura Reciente en México, en el cual participaron especialistas de diez estados del país y estudiosos de Colombia, Brasil y otros países latinoamericanos, quienes comparten también el interés de la transformación de las ciudades y su habitabilidad.

El rector añadió que la arquitectura mexicana contemporánea tiende a la utilización de materiales cada vez más modernos, como el acero, aluminio y cristal, en conjunto con materiales tradicionales mexicanos, como el ladrillo de barro, la madera, la piedra y hasta el adobe. “Los diseños actuales, además de cumplir su función, son creativos e innovadores, y ponen mayor atención a la fachada (asimétricas, curvas, rectilíneas) que, en algunos casos, se vuelve protagonista del espacio”.

El arquitecto Haroldo Alfaro Salazar, director de la División de Ciencias y Artes para el Diseño (CyAD) y el maestro Genaro Álvarez Montes, jefe del Departamento de Métodos y Sistemas, coincidieron en señalar que el análisis crítico como metodología para abordar la arquitectura reciente es un acierto que enriquece la formación del arquitecto. Asimismo, subrayaron que los fundamentos teóricos vertidos en este encuentro permiten desentrañar la intención de cada propuesta arquitectónica desde diferentes miradas.

La arquitecta Dulce García Lizárraga, jefa del Área de Investigación Procesos Históricos y Diseño del Departamento de Métodos y Sistemas de la CyAD, recordó que en 2006 se creó el Observatorio de Arquitectura Latinoamericana Contemporánea conjuntamente con la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de São Paulo, Brasil, gracias a la iniciativa de la doctora Concepción Vargas, y desde entonces se procura hacer un registro, seguimiento, balance y valoración de la arquitectura latinoamericana.

El arquitecto Rodolfo Santamaría refirió que estos actos académicos presenciales o a distancia, con otras universidades, siguieron a pesar de la pandemia. Su dinámica de trabajo se refleja en la publicación de libros, exposiciones o intercambios, lo que permitió llegar a este encuentro presencial y virtual, así como ampliar la red de investigadores para saber qué sucede en otras ciudades del país y Latino América desde sus estudios in situ.

El doctor Alejandro Ochoa dictó una conferencia donde mostró 16 obras significativas que se exhiben en la Galería Ada Dewes, del Claustro de Diseño. Se trata de propuestas arquitectónicas de Cuernavaca, Xalapa, Córdoba, Sayula, Guadalajara, Mérida, San Bruno, San Juan Yaeé, Monterrey, Puerto Escondido y Cintalapa, presentadas en encuentros previos, las cuales denotan diversas tendencias estéticas.

En esa galería, las y los universitarios (as) podrán observar dichas tendencias en el Palacio de la Música en Mérida, Yucatán, una obra inserta en el casco histórico con una escala que respeta su entorno. El museo morelense de arte contemporáneo, Juan Soriano, ubicado en Cuernavaca, tiene un concepto que busca una volumetría contundente y casi ciega, en la cual se deja libre el ochenta por ciento del terreno para que el visitante disfrute de un jardín escultórico y aprecie la obra de Soriano.
El Centro para la Tercera Edad, en Córdoba, Veracruz, conocido como la Casa del Abuelo, está en medio de una zona verde que se incorpora al edificio con un elocuente uso del concreto, piedra y cristal. Se muestra, además, la Casa Oyamel, en Veracruz; la Casa de Acolhúas, en Guadalajara; la Capilla Centinela, en Arandas, Jalisco, y la Casa del Árbol, de Mérida. Las edificaciones con un perfil más expresionista son el Centro Cultural de Teopanzolco, en Cuernavaca, Morelos; el Colegio María Montessori, en Mazatlán, Sinaloa, y un Conjunto habitacional en Yucatán.
En cuanto a la intervención del espacio público está el Patio de las Jacarandas, en Aguascalientes; la Casa Wabi, habitada por artistas, en Puerto Escondido; el Museo Café, de Córdoba, Veracruz. También se incluyó la propuesta de vivienda social que se encuentra en Monterrey y la Casa Melani, en Chiapas.