Alondra Romero Guzmán
Estudiante de la licenciatura en Comunicación Social, DCSH
UAM Xochimilco
Voces de los estudiantes
Uno de los aspectos que considero importantes para las y los estudiantes (y población en general) es la salud mental. En estos últimos (casi) dos años aumentó la cantidad de personas que padecen estrés, ansiedad e incluso depresión por no poder salir ni tener contacto con su entorno.
Me parece correcto que la Universidad Autónoma Metropolitana se preocupe por que alumnos y alumnas regresen a clases gradualmente, de modo que no se sientan frustrados(as) o desesperados(as), considerando y manteniendo siempre las medidas de prevención para evitar contagios.
No sólo se trata de una cuestión académica, sino que a diario (desde jóvenes hasta adultos mayores) vivimos con el miedo constante a la posibilidad de contraer
COVID-19 pues vemos todos los días en las noticias las cifras actualizadas de las muertes a causa de este virus. Por ejemplo, nos preocupamos si vamos en el transporte público sin saber quién porta la enfermedad.
Son muy pocas las veces que las escuelas se preocupan por lo que les pasa a alumnas y alumnos cuando se encuentran fuera de sus aulas, y me parece que la UAM ha empleado las medidas justas y ha sido flexible con las clases presenciales para que las y los estudiantes no tengan que exponerse a algún contagio.
Anteriormente, mis compañeros y compañeras de clase no habíamos tenido la oportunidad de acudir a clases presenciales en la Unidad Xochimilco, pero cuando pudimos asistir hace poco más de un mes, interactuamos como no lo habíamos hecho durante veintiún meses. Gracias a la flexibilidad de uno de nuestros profesores, nos fue posible reunirnos. En todo momento usamos nuestros cubrebocas, recorrimos las instalaciones y fue impresionante ver que todo el personal de las oficinas y maestros(as), sin excepción, portaban también el cubrebocas.
Con esto quiero decir que no sólo las y los estudiantes tenemos la responsabilidad de cuidarnos, sino también las autoridades educativas.
Ese día pudimos compartir nuestras experiencias y pude ver en mis compañeros y compañeras la emoción de volver a tomar clases en un aula. Ya no nos vimos por medio del celular o la computadora, y asimilamos que la UAM Xochimilco es nuestra segunda casa. También nos dimos cuenta que muchas veces olvidamos que los profesores y profesoras también tienen ese anhelo de volver a dar clases presenciales.
Otro aspecto importante es que ya hayamos sido vacunados. Sabemos que es una cuestión que ha generado opiniones negativas y positivas; pero desde mi punto de vista es fundamental tener las dosis, porque así no nos preocupamos únicamente por nosotros, sino que cuidamos a personas cercanas como familiares y amigos, y detenemos además el aumento de contagios (sobre todo en la Unidad) que, como bien sabemos, afecta a todo el mundo. Es nuestra responsabilidad tomar conciencia de las consecuencias que nos ha traído el
COVID-19.
Para concluir, quisiera que alumnos y alumnas reflexionemos sobre los resultados de la pandemia. El confinamiento nos ha afectado emocional y también físicamente; es por eso que les invito a que se vacunen, tomen en cuenta todas las medidas de desinfección y que usen el cubrebocas adecuadamente.
Me gustaría que fuéramos más empáticos y empáticas, y que además de nuestra salud tomemos en cuenta la de todas y todos.
Voces de los estudiantes