Doctora Beatriz Araceli García Fernández: servicio, compromiso, dedicación y cariño
Equipo de trabajo de la Coordinación de Docencia
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco
Huellas en el tiempo
Hay personas que marcan nuestra vida, que despiertan algo especial en nosotros, que abren irreversiblemente nuestros ojos y logran transformar nuestra forma de ver el mundo.
Quienes tuvimos la fortuna de convivir con la doctora Bety, tanto como estudiantes, egresadas y egresados, compañeros (as) administrativos (as), en alguna gestión, en el pasillo de la universidad o fuera de la UAM, siempre recibimos una palabra de cariño, una asesoría de vida o de trabajo y, sobre todo, un consejo acompañado de una sonrisa.
Sus enseñanzas dentro del aula o la oficina, más allá de la impartición de una clase o junta de trabajo, despertaron nuestra admiración de manera única, y día con día se convirtió en una inspiración.
Un buen docente es aquel que deja huella en cada uno de sus estudiantes, un poco de su esencia y su sabiduría y el que te motiva a mejorar; nuestra querida doctora ha dejado más que eso en cada uno de nosotros.
Gracias por su dedicación, paciencia y cariño a la docencia, por el servicio y compromiso con la institución a lo largo de 43 años en la UAM, por sembrar en nosotros la semilla por innovar, por nunca dejar de crecer y refrendar nuestro compromiso de manera continua con nuestra casa abierta al tiempo.
Todo tiene un ciclo, y hoy le toca decir hasta pronto a la UAM, para dar inicio a una nueva etapa luminosa en su vida, en donde seguramente seguirá destacando y cambiando la vida de todos (as) aquellos (as) que se crucen en su camino.
No nos resta más que agradecerle con mucho cariño y recordarle que las puertas de esta, su casa, siempre estarán abiertas para usted.
Huellas en el tiempo
Queridísima Dra. Beatriz, muy emotivo el mensaje no de un adiós, si no un hasta luego, que solamente a personas tan cálidas, responsables y valiosas para el proyecto de la Universidad, lo consiguen con todo el afecto demostrado.
Me uno a ése amoroso hasta luego, con todo mi cariño, mucha suerte en todo lo que viene por delante para tí. Saludos afectuosos
Dra. Beatriz Araceli García Fernández
Escribo estas líneas para manifestarle mi reconocimiento por los cambios que impulsó en la Licenciatura en Medicina, enfatizando que la inclusión del internado clínico de pregrado ha sido quizá la mayor mejoría que ha tenido dicha licenciatura desde su fundación. Al respecto me permito comentarle que conocí algunos médicos que hicieron el internado clínico y el servicio social en laboratorios de investigación pues desde esos momentos ya habían decidido a dedicarse a la investigación y no a la clínica, y tuve la amarga experiencia durante las secuelas del temblor del 85 que cuando compartimos como médicos la responsabilidad de sacar adelante el albergue que se puso en el CREA situado en el cruce de las avenidas San Fernando e Insurgentes Sur (por Tlalpan), me constó que aunque fueran médicos la experiencia del internado clínico era decisiva, y como yo si hice tal internado clínico, la responsabilidad de la atención a los pacientes que nos enviaron del Hospital General sin historia clínica ni nada (varios de ellos traían una sonda vesical puesta) recayó sobre este servidor, quien pudo sacar adelante aquel compromiso gracias a la experiencia del internado clínico que había realizado. O sea, que me consta directamente que quienes no han hecho el internado clínico de pregrado su labor como médicos es de dudosa calidad, y eso era la realidad aquí antes de su participación. El internado lo hacían quienes consiguieran una plaza y lo hacían por su cuenta y riesgo, sin el apoyo institucional (y muchas veces sin paga). Ese es el problema resuelto por aquella decisión de incluir al internado, de la cual hay todavía quienes creen que fue contra el sistema modular y se manifiestan en contra siempre que pueden.
Pero este es sólo uno de mis reconocimientos por lo que Usted hizo por la UAM y para beneficio de la comunidad académica. Quizá sus detractores tengan amplias quejas (todos tenemos malquerientes), pero entiendo que su paso por la Dirección de la División CBS no fue intrascendente para la institución. Su apoyo para la investigación ha producido, al menos en lo que a mí concierne, la formación de cuatro doctorados y varias publicaciones nacionales e internacionales (hasta el momento), que me permitieron acceder al SNI. Gracias por ello.
Usted es gente de trabajo y entiendo que sabe reconocerlo. Confío en que esta disposición que tiene hacia el trabajo le lleve a mejores experiencias y éxitos en todo lo que decida emprender.
Reciba mi reconocimiento, saludos y agradecimiento con un fuerte abrazo.
Carlos Torner