Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda

Testigo recordando es el libro de poesía de Enrique Gómez Oliver, recientemente presentado en la edición 46 de la Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería. En esta obra poética, el autor hace un retrato de sí mismo, a partir de situaciones que ocurrieron en algún lugar y muy posiblemente ignorados por otras miradas. El autor registra aquello que “casualmente le tocó ver pasar a toda prisa a su lado”.

La doctora Marucha Claudia Piña Pérez, profesora de la licenciatura en Letras Hispánicas, del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma Metrpolitana, Unidad Iztapalapa, señaló que Enrique Gómez es parte de una generación de autores contemporáneos que rompe con la poética rígida. Su obra ofrece diversas lecturas, tanto al público académico como a los jóvenes que se introducen a esta forma literaria. 

La especialista en poesía lírica y literaria, como parte del Comité Editorial que dio su voto a esta propuesta, indicó que la obra demuestra cómo, a partir de la experiencia cotidiana, se puede construir una poesía conversacional íntima con remates y cierres realmente inesperados. Testigo recordando es una poética de situaciones tristes y fatídicas de nuestra realidad cotidiana con un toque de humor.  

En su oportunidad, la escritora y traductora Lila Nieto afirmó que ella misma es testigo de ese retrato de sí mismo que Enrique Gómez ha vuelto poesía. “Si bien es un autor nuevo en el ámbito de la literatura, sus escritos poéticos y su prosa, además de ser valiosa, es abundante”.

La autora de la novela Sol negro comentó que mucha de la obra poética de Enrique aún está inédita y no debe abandonarse en un cajón porque un libro es un acto de reconstrucción de fragmentos vividos, tal y como lo enuncia el autor a través de su propuesta poética aún en proceso de alumbramiento.

Por su parte, Enrique Gómez sostuvo que la poesía viva es cada vez más escasa. “Yo quería hacer un poemario amoroso e íntimo en el cual se encuentre un poema para ser regalado, como cuando uno compraba la obra de Jaime Sabines, Mario Benedetti o José Emilio Pacheco”. Agregó que su apuesta es que el lector lea una poesía que pueda competir con todos los estímulos de Internet o Netflix.

“Yo recojo actos insustanciales como ver el hielo derritiéndose en un vaso o cerrar una puerta por última vez, situaciones que pueden significar algo importante en nuestras vidas. Yo las registro, las anoto y las presento en forma poética y narrativa que dan vida a un personaje o a una canción”, dijo.

Para Enrique Gómez, escribir poesía es tratar de rescatar un arte de consciencia: leer-pensar-escribir, pues se trata de mantener viva una tradición humana que pueda cambiar el mundo como un testigo recordando.

Finalmente, la DCG Amada Pérez Ponce, jefa de la sección de Producción Editorial, de la Coordinación de Extensión Universitaria y Difusión Cultural, subrayó que la colección La lengua que habito es una de las líneas editoriales de este programa, la cual busca nuevas posibilidades de la expresión poética, principalmente de aquellas o aquellos autores cuyo discurso poético sea original, propositivo y poco conocido.