Andrea Fuentes Silva
Jefa de la Sección de Producción Editorial,
Coordinación de Extensión Universitaria
Como parte de las estrategias para trabajar con la comunidad universitaria durante este periodo de contingencia y siempre pensando en los libros como punto de partida, es decir, desde la perspectiva de llevar a cabo una escritura del mundo, desarrollé la idea de reunir las voces de quienes conforman nuestra casa de estudios para que, desde el confinamiento, pudieran esbozar y construir entre todas una narrativa en tiempo presente del acontecer personal en el que esta contingencia, inédita en nuestras generaciones, nos ha colocado.
Convocamos así a conformar una memoria con textos libres (testimonio, mini ficción, crónica o ensayo) donde estudiantes y académicos compartieran sus reflexiones y experiencias sobre los días y tiempos que acaecen. Apelar a crear un espacio para fomentar, por una parte, la capacidad de estructurar un discurso y donde expresar, por otra parte, las vivencias personales, consideraciones y cavilaciones frente a un estado de excepción como el que atravesamos me pareció fundamental como parte de los esfuerzos de todas las áreas de esta casa universitaria por tejer redes para sostener y extender nuestro haber educativo entre todas y todos.
Se recibieron varios textos que pueden consultarse en
https:// contigoencasa.xoc.uam.mx/palabras-universitarias.html, y que constituyen una fuente invaluable para asomarse a las muy distintas experiencias, visiones y elaboraciones que ante la circunstancia común se desarrollan y dibujan. En escritos de diferentes estilos, facturas y puntos de partida, poco a poco fueron apareciendo una ventana por aquí, una mirada por allá, una deriva en la ciudad desierta, una tensa conversación familiar, un desencuentro amoroso. Historias, reales o ficticias, ejercicios de revisión interior y social para buscar nombrar el nuevo mundo que nos ha tocado reinventar.
Normalidad, realidad, cautiverio; nostalgia, soledad, fragilidad, precarización y vulnerabilidad son algunas de las palabras que surcan los textos, revelando las dificultades vividas y analizadas: pero también enseñanza, confianza, amistad, des- cubrimiento, sentido, reinvención, oportunidad y aprendizaje, como recordatorio del encuentro y la necesidad de mirar hacia adelante. Y así, todo este abanico de palabras de quienes a la distancia ponen todo su energía en seguir, y que como fuerzas generadoras de la realidad son ya un acto colaborativo, que nos da un pulso de la vitalidad de la UAM y su gente, y que asienta, discurre y escribe nuestro pequeño Aleph de palabras universitarias para la contingencia.
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