Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
Fotografías: José Ventura Flores Velasco

El libro IMSS: Horizonte del Bienestar Social para el México del Siglo XXI, de María Luisa Mussot López, coordinadora de Políticas de Seguridad Social de la DPTI, se presentó en la División de Ciencias Sociales y Humanidades (CSH) de la UAM-Xochimilco. Un libro que da cuenta de las transformaciones a lo largo de 36 años en el IMSS y su proceso de privatización iniciado en 1980.

En la sala de Consejo Divisional de CSH, la doctora Mussot López, acompañada de las doctoras Olivia López Arellano, secretaria de Salud de la CDMX, Esthela Sotelo Núñez, directora de la División de CSH y la doctora María del Pilar Berrios Navarro, secretaria académica de CSH, sostuvo que la presente investigación revisa continuidades y rupturas históricas del IMSS, la cual hace énfasis en la instrumentación del modelo de libre mercado y la globalización.

De acuerdo con la autora, esta obra es un relato alternativo que explica la visión hegemónica de mercado –que aún persiste– del IMSS y tiene por objeto informar a los derechohabientes, beneficiarias, usuarias, empleadas y a todas aquellas personas vinculadas al sector salud, a la política, a la academia y la ciudadanía en general, las causas del deterioro en los servicios de salud de esta institución.

Agregó que la mercantilización del IMSS fue una privatización silenciosa realizada a través de diversas estrategias gerencial-empresariales de “modernización”, bajo una lógica de mercado basado en los valores de costo-eficiencia, calidad, productividad, competencia, individualismo, meritocracia y desempeño por resultados, por nombrar algunos.

“A raíz de ello, el país experimentó la privatización del IMSS al ser transferidos los fondos pensionarios de las personas trabajadoras a cuentas individuales de las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro del sector financiero, para su administración y rentabilización”, mencionó.

En términos normativos, dijo, esta privatización fue propiciada desde la aprobación de las reformas a la Ley del Seguro Social en 1982, 1995 y 2001, esencialmente. “Sus propósitos fueron desmantelar al instituto en su calidad de monopolio público del bienestar integral, a la cual se añadió la legalización del traspaso de los recursos de financiamiento público a manos del sector privado (de salud) vía la subrogación”, apuntó.

La doctora Mussot indicó que con esta estrategia se contuvo el crecimiento físico del IMSS y se fomentó la compra de los servicios de salud al sector privado, así como su prestación indirecta a través de subrogación, contratos plurianuales con Asociaciones Público-Privadas. Lo anterior, implicó abrir las puertas a un imperio gerencial-empresarial en la administración de un bien público.

Por su parte, la doctora Carolina Tetelboin Henrion, del departamento de Atención a la Salud, señaló que la autora refiere que “durante el periodo desarrollista, la política social estuvo pensada como complemento fundamental e inalienable de la política económica, en consecuencia, la generación de bienestar social propiciado desde el Estado constituía un requisito para el desarrollo nacional, cuestión que cambió absolutamente después”.

Agregó que, si bien la doctora Luisa Mussot no aborda el periodo de análisis de la Cuarta Transformación en curso (del 2018 a la actualidad) ni sobre el papel y retos de la pandemia COVID-19, sí da cuenta de la pérdida de identidad frente al largo y profundo proceso de privatización, de manera sistemática, en los distintos gobiernos.

A lo largo del texto, dijo, aparecen propuestas de cómo el IMSS apunta a recuperar los orígenes éticos de bienestar integral y de solidaridad colectiva con la construcción de fundamentos sobre el sistema salud nacional y reformula sus políticas, así como la seguridad social, con objetivos a mediano y largo plazos, alejado del modelo de mercado.

En su oportunidad, el doctor Manuel Canto Chac, Profesor Distinguido de la UAM, adscrito al departamento de Política y Cultura, señaló que este libro es uno de los pocos estudios de política pública con una investigación documental rigurosa. Cada afirmación, apuntó, es sostenida por la autora con documentos fehacientes y apoyado con cuadros gráficos que sintetizan y dirigen el rumbo del lector.

“Conforme transcurre la lectura del libro, va creciendo un sentimiento de indignación. Estamos frente a las más atroces expropiaciones que ha tenido el trabajador en su salario indirecto. Esping-Andersen refiere que el objetivo de la política social es mercantilizar los bienes de la seguridad social de manera paulatina, sistemática y sostenida”, explicó.

El doctor Canto cuestionó: ¿estamos hablando de seguridad social o de protección social? Por ello, exhortó a la discusión urgente sobre la seguridad social como un derecho ciudadano exigible; en cambio, la protección social es una estrategia que tiene que ver con los recursos de que la institución dice disponer. Una discusión, dijo, que esclarezca si hablamos de un sistema único de salud o un sistema unificado de salud.