Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
Durante la presentación del libro 30 artistas, 30 sandías para Tamayo, la curadora Nancy Mayagoitia anunció la partida de las 30 rebanadas de sandías monumentales que, a lo largo de 2024, posaron en los jardines de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAM-X), para llenar de arte los festejos del 50 aniversario del plantel.
La Galería del Sur hizo posible traer “La metamorfosis del color”, conformada por 30 obras escultóricas de artistas oaxaqueños inspiradas en la obra de Rufino Tamayo, para conmemorar el 30 aniversario del fallecimiento del artista mexicano (1899-1991).

Este proyecto, impulsado por Nancy Mayagoitia, derivó en una propuesta de arte urbano, cuya aventura ha quedado registrada en este bello libro-catálogo y en la video-memoria que narra el proceso de un trabajo colectivo que inició su recorrido por las plazas principales de Oaxaca, el 25 de octubre de 2021.

El doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco, expresó la tristeza que causa despedir a las 30 sandías que “fueron una explosión cromática que invadió los jardines universitarios, en un homenaje donde se celebró el talento y la creatividad de los 30 artistas oaxaqueños”.

De acuerdo con Nancy Mayagoitia, “la curaduría se concentró en la identidad artística oaxaqueña, en un afán de provocar una relación lúdica y afectiva entre Rufino Tamayo, el arte contemporáneo y el público que transita en el espacio público (calles y plazas)”.
En 2021, Mayagoitia echó a andar este periplo con la enorme convicción de rendir homenaje a una de las figuras más brillante y notable del arte mexicano que ha sido reconocido fuera de las fronteras de México. Una exhibición riesgosa, en la que las marchas y protestas son cosas de todos los días.

Sin embargo, ver las obras de arte en la escena urbana y para un público masivo que rendía culto a Rufino Tamayo con respeto, admiración y gratitud a lo largo de nueve meses, fue para la curadora una emoción indescriptible.
“Figurativos, abstractos y de distintas poéticas intergeneracionales, fue como los distintos artistas intervinieron con su arte en ambos lados de las rebanadas de sandías. A pesar del clima, las aves, los insectos, el polvo y, sobre todo, en medio de una pavorosa pandemia mundial, los 30 artistas se atrevieron a llevar su arte al riesgo de la calle”, comentó.

En el Centro Cultural de la UAM Xochimilco, Nancy Mayagoitia reconoció que fue a la DCG Mariana Beltrán, responsable de Galería del Sur, a quien se le ocurrió que estas sandías podían salir de viaje para que los jóvenes universitarios pudieran conectar con estas esculturas.

El pintor oaxaqueño Eddie Martínez, quien pertenece a la legendaria primera generación del taller Rufino Tamayo, expuso que su trabajo pictórico fue inspirado en el trabajo que realizó Tamayo en la década de los cuarenta, el cual tiene que ver con su infancia, su entorno y la iconografía que plasmaba en esos años.

Por su parte, el historiador y crítico de arte, Luis Martín Lozano consideró que Rufino Tamayo “ha sido una figura inasible en el arte mexicano, cuya obra no ha sido analizada a fondo, como tampoco las motivaciones conceptuales que lo llevaron a desarrollar un lenguaje plástico unívoco”.

Señaló que lo mucho que se ha escrito sobre el pintor está lleno de lugares comunes, por ejemplo, aquello que se ha sobrevaluado sobre la importancia del color de su pintura como un legado de su origen y su contacto de la cultura popular.

“Tamayo no llegó a formulaciones de color de manera simplista, sino que fue producto de un análisis culto sobre el trabajo de artistas como H. Matisse y Michael Brack, pero también en su diálogo con contemporáneos, como María Izquierdo y Manuel Rodríguez Lozano, en los tempranos años treinta”, sostuvo.
Agregó que la cromática de su pintura es compleja y sofisticada, la cual “es impensable que fuese sólo por asociación de su origen y niñez, ni mucho menos porque su familia comerciaba con frutas y verduras. Por el contrario, Tamayo buscó, encontró y depuró diferentes referentes estéticos evolucionando a paso de caballo como lo hizo el gran pintor Pablo Picasso, ambos con un apetito de Gargantúa por asimilar de otros, por aprender de otros, por seguir creciendo intelectualmente y alcanzar un oficio en equilibrio con sus necesidades sensoriales y emocionales”.

Por su parte, la doctora Martha Flores, coordinadora de Extensión Universitaria y Difusión Cultural, habló de su gran experiencia al ver expuestas las 30 sandías en la escena urbana oaxaqueña, pues ella nunca imaginó en ese momento que fueran a formar parte de este encuentro artístico-festivo que tocó los corazones de los universitarios.

En el marco del Festival de Primavera se presentó el libro 30 artistas, 30 sandías para Tamayo y se hizo la entrega simbólica de los libros que Nancy Mayagoitia donó a la biblioteca de la Unidad. Como retribución, se les entregó un libro conmemorativo de 50 años de la UAM Xochimilco a los conferencistas.

Para concluir el evento, se realizó la premiación por el diseño de tasas inspiradas en las sandías de nuestro homenajeado, a los alumnos y alumnas Isabel Hernández, Brandon Molina González, Jasive Juárez y Mariana Arias Hernández, Miroslava Uresti, Yanet Salazar y Eduardo Ortega.















