Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
Fotografías: José Ventura Flores Velasco

Las reformas hechas a la Seguridad Social durante el neoliberalismo dejaron de reconocer a la salud como una meta-capacidad humana que se construye colectivamente. En ese periodo, se concibió a la salud como un negocio y se privilegiaron intereses de grupos particulares, lo que acentuó la desigualdad y la exclusión a los servicios de atención a la salud de los mexicanos, sostuvo la doctora Oliva López Arellano, secretaria de Salud de la Ciudad de México, durante el VIII Congreso Nacional de Medicina Social y Salud Colectiva.

La Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco (UAM-X) fue sede del Congreso denominado Desafíos a la Salud Colectiva y a la Vida Digna en México después de la Pandemia, organizado por la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES). A lo largo de tres días, se abordaron temas como la reconfiguración del sistema de salud, la universalidad y el sistema único de salud, entre muchos más.

Participaron figuras relevantes en el campo de la medicina, como los doctores José Moya Medina y Armando De Negrí Filho, representantes de la Organización Latinoamericana de la Salud en México (OPS); la diputada Angélica Ivonne Cisneros Luján, presidenta de la comisión de Seguridad Social de la XVI Legislatura de la Cámara de diputados; el doctor Abelardo Ávila Curiel, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición; el doctor Juan Carlos Verdugo Urrejola, del Instituto de Salud Incluyente de Guatemala; el doctor Víctor Ríos Cortázar, del departamento de Atención a la Salud de la UAM-X y representante del Comité Organizador.

En la ceremonia inaugural, el doctor Francisco Javier Soria López, rector de la UAM-Xochimilco, aseguró que los posgrados en medicina social y salud colectiva mantienen su compromiso de vincularse a las comunidades, a partir de un diálogo con los saberes tradicionales considerados de igual importancia que el conocimiento científico. Anotó que el modelo educativo del proyecto Xochimilco forma profesionales con compromiso social en todas las disciplinas.

Previo a iniciar los trabajos del Congreso, el doctor Verdugo pronunció unas emotivas palabras para rendir homenaje a la memoria de Lucrecia Hernández Mack (1973-2023), una mujer guatemalteca, profundamente marcada por la historia de su país y de su familia de izquierda feminista. Luchadora tenaz por la justicia social que buscó siempre contribuir al bienestar de la sociedad y, en especial, el de los excluidos.

En la conferencia de apertura, la doctora Oliva López habló de los obstáculos que se han tenido que sortear para modificar la tendencia de mercado-consumo de la salud con una perspectiva neoliberal que, a lo largo de 36 años, se emitió en la materia. Esa perspectiva significó, para los médicos sociales, una derrota en la concepción de la salud colectiva que venían desarrollando.

Desde un posicionamiento ético-político, dijo, se construyen las rutas que tienen que ver con el derecho a la salud de la población. Durante 2020-2021, el gobierno transformó el sistema de salud para contener la pandemia al rescatar 250 unidades de atención abandonadas y a medio construir; al contratar cuatro mil trabajadores de la salud; al comprar equipo, insumos esenciales y vacuna anti-Covid-19 y con ello desarrollar un plan nacional de vacunación masiva y gratuita.  

Precisó que, entre las acciones que los gobiernos, tanto locales como federales, han realizado, está el recuperar la perspectiva del derecho a la salud y la articulación de redes de servicios integrales con capacidad resolutiva, así como reorientar el financiamiento público. Para fortalecer las instituciones públicas de salud se desmanteló la función privatizadora del Seguro Popular, misma que estaba afiliada al capital y veía al paciente como un cliente-consumidor, no como titular de un derecho, indicó.

Habló de la importancia de revisar las modificaciones a la Ley General de Salud, publicada en 2023, la cual establece toda una ingeniería social de las instituciones de salud, así como los modelos de atención y de articulación de los servicios. Por otro lado, el Servicio Nacional de Salud Pública plantea más visibilidad, articulación de perfiles y funciones de salud pública. Apuntó también que aún están por crearse los componentes de la atención colectiva, a partir de un conjunto de herramientas innovadoras y de acción territorial. 

Otro pendiente, es actualizar el Programa Higienista Rural y hacerlo más legible para todos, dado que en él se definen componentes importantes en función de la atención de salud colectiva.

Por ello, apuntó, “es necesario fortalecer una narrativa en torno de los logros y acciones para el bienestar y salud de las personas. Una de nuestras propuestas es crear la Universidad de la Salud para transformar la formación del campo sanitario y acercar al personal médico a las comunidades. También se prevé la creación del Instituto de Salud para el Bienestar”.   

El Congreso permitió identificar los ejes que contribuirán a una transformación en el ámbito de la salud latinoamericana y, también, establecer las rutas que encaminen este derecho a partir de miradas críticas que dirijan nuevas formas de pensarla.