Letras en línea
José Marcos Rodolfo Aguilar Venegas
Colaborador del Departamento de Atención a la Salud
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco
Navideña
Qué estúpido soy, cuando olvido que existen hombres como yo, con sed y hambre desnudas donde el frío exige abatirse. Quienes caminan dentro de la noche y sus vientos, bajo árboles yertos, como amenazas altivas que atraviesan todo el silencio de los cielos, observados por los ojos siempre tristes de los perros, como estatuas sin sombra,
como relojes sin tiempo.
Qué estúpido soy, cuando existen hombres como yo, y en la Navidad… pregunto sin son felices los insectos
Como cada domingo
Como cada domingo en su mañana,
nos vimos en el parque, el templo, la botica y el mercado.
Sabiéndonos ajenos escondimos los suspiros,
y sólo nos gritamos amor con las miradas.
Estoy triste
Estoy triste, pues he visto al indio nuevo, al de las postales, al que mi ciudad observa como humanoide de circo. Le he visto danzar la música que sólo lo antiguo comprende, germinando en su boca la flauta de caña, de ayer, y por el sonido… de siempre. Y estoy triste, pues he notado que el sonido que de ella escapa, no regresa, se pierde. Y he pensado en ti, que no regresas y te pierdes. Por eso estoy triste.