Ideas que importan
Dra. Sara Makowski
Profesora-Investigadora del Departamento de Educación y Comunicación Coordinadora de Radio Abierta.
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco
En un jardín de la UAM Xochimilco, en el año 2009, nació una experiencia de comunicación sui generis: una radio sin cabina, al aire libre, realizada por personas que nunca habían hablado ante un micrófono y que, además, son portadoras de una etiqueta negativa socialmente asignada: locas y locos. Esta aventura sonora se llama Radio Abierta.
Con una escenografía mínima, que incluía dos mesas, sillas distribuidas en círculo, una consola, computadoras y una bocina, cada semana personas con experiencias psiquiátricas tomaban los micrófonos para contar su particular forma de estar en el mundo. Sus voces viajaban por el éter radiofónico y por internet, desafiando el mutismo social que pesa sobre la locura, y se volvían audibles para dialogar y mezclarse con otras voces y conversaciones en la esfera pública.
Desde sus inicios, Radio Abierta transmuta el silencio social en sonoridad humana para el encuentro y el reconocimiento de la diferencia. La potencia de esta iniciativa comunicacional radica, precisamente, en ser un espacio sonoro que acoge hospitalariamente las voces de la sociedad cuyo timbre se ha vuelto inaudible.
Cada miércoles, durante el encuentro semanal de Radio Abierta, se activan dos mecanismos convergentes. El primero habilita las condiciones materiales y simbólicas para la emergencia de la voz de aquellos que son socialmente no son escuchados: la presencia humana en tanto espejo para reconocerse como una persona con potencialidades más allá del diagnóstico psiquiátrico; el espacio grupal que acompaña y se vuelve testigo de esos decires otros, y los micrófonos y la bocina que amplifican el tono de las voces.
El segundo es el uso de la radio y las nuevas tecnologías para producir inclusión social y encuentro con la comunidad. La transmisión semanal del programa de Radio Abierta por FM 94.1 UAM Radio, el streaming a través de la red social Facebook y la difusión de podcast por internet hacen posible que estas voces, general mente encerradas entre los muros de las instituciones psiquiátricas, circulen por la esfera pública. En ese transcurrir se mezclan con otras conversaciones, se vinculan con radioescuchas y con la comunidad de Facebook, y comienzan a ser socialmente reconocidas: voces que desde su condición de diferencia pueden aportar al flujo social más amplio.
El despliegue de estos dos mecanismos tiene efectos positivos tanto para quienes participan en Radio Abierta como para la comunidad en general. Para los primeros, hacer radio les ha permitido situarse en otro lugar de la enunciación, reconectar con sus intereses y deseos (muchas veces sepultados por el diagnóstico psiquiátrico) y reconfigurar sus vínculos con otros participantes,
con estudiantes de la UAM Xochimilco y con las audiencias y comunidades que siguen esta iniciativa comunicacional. Quienes escuchan los programas y las emisiones de Radio Abierta experimentan una mayor empatía con las vivencias de las personas que tienen sufrimiento mental y un reconocimiento de sus recursos y contribuciones, que ayudan a la desestigmatización de la enfermedad mental y de quienes la padecen.
Si bien es cierto que experiencias de radio realizadas por personas con padecimientos mentales existen en muchos países, la primera de ellas es Radio La Colifata que funciona desde 1991 en el hospital psiquiátrico Borda de la ciudad de Buenos Aires, Radio Abierta es la única que nació en un jardín de una universidad, fuera de los linderos del encierro y la psiquiatrización. Y que desde el inicio apostó a producir comunicación para el encuentro con otros, con la diferencia y con la posibilidad de construir un mundo común donde cada quien tenga un lugar socialmente reconocido y valorado.