Martha Leyte-Lugo
Catedrática Conacyt comisionada al Laboratorio de Biotecnología,
Departamento de Sistemas Biológicos,
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco
Huellas en el tiempo
La implementación de la Cátedra Conacyt es una estrategia para enfrentar el reto de la reinserción laboral, apoyando la incorporación de capital humano altamente calificado a instituciones federales y estatales del sector público para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. A través de este programa se comisiona a un (a) investigador (a) para realizar actividades de investigación científica, social o de desarrollo tecnológico, en donde se dedique de forma exclusiva a la investigación, formación de recursos humanos y generación del conocimiento. Dichas actividades requieren del trabajo constante en los laboratorios de investigación y en las aulas.
Y ¿cómo hacer investigación bajo estas condiciones de confinamiento? Esta fue una de las primeras preguntas que nos hicimos entre colegas, sumada a otras que surgieron conforme avanzaron las semanas sin poder ingresar a nuestros centros de trabajo. La respuesta más “lógica”: adaptación. Adaptarse a las condiciones y esperar que nos permitieran ingresar a los laboratorios para continuar con nuestras principales actividades, en mi caso… el trabajo experimental. ¿Trabajo experimental? ¡Sí! Yo trabajo con microorganismos, lo que requiere de un laboratorio equipado para poder cultivar y trabajar con ellos, para desarrollar métodos analíticos para la cuantificación de metabolitos que ellos producen, pruebas para determinar cuáles son los mejores candidatos para ser utilizados en el desarrollo de biofertilizantes,
experimentos para el aislamiento y la purificación de nuevas especies implementando novedosas metodologías, como el iChip; además de la detección de algunas otras carácterísticas importantes. Todo esto ha sido realizado con el fin de cumplir con los objetivos del proyecto para el que fui elegida y asignada como catedrática y que me permite tener resultados para generar conocimientos, hacer su difusión y su divulgación, así como formar recursos humanos.
La implementación del proyecto permite formar estudiantes de licenciatura al desarrollar un proyecto de investigación de servicio social, así como proyectos de las y los estudiantes de posgrado; pero, todo se detuvo, menoscabando el aprendizaje de dichos estudiantes, sus avances, la obtención de resultados y la obtención de sus grados académicos. Sin embargo, este suceso también nos permitió pensar en alternativas y soluciones para el desarrollo de sus proyectos y, al mismo tiempo, generar conocimiento al dar soluciones a los problemas identificados. Teníamos que avanzar.
El trabajo nunca se detuvo en su totalidad. Apoyé en docencia con clases virtuales en los módulos de la licenciatura en Química Farmacéutica Biológica. También, colaboré en la actualización de los planes y programas de estudio, finalicé la escritura de artículos, tomé cursos de actualización para el uso de plataformas que, al mismo tiempo, incorporé, y ahora dirijo a nuevos (as) estudiantes de posgrado, desde el desarrollo de su proyecto de investigación, principalmente en la parte teórica, que siempre es importante, para darle dirección y sentido a la parte experimental.
Todo esto ha llevado al fortalecimiento del grupo y del proyecto “Estudio de la microbiota y el metaboloma y su efecto sobre la producción vegetal”, incorporando estudiantes de posgrado, generando nuevas colaboraciones en artículos publicados y desarrollando e implementando metodologías novedosas para el aislamiento de microorganismos de importancia en diferentes áreas de la ciencia.
Cabe destacar que ser docente en tiempos de pandemia no es fácil, pero tampoco es imposible; tanto estudiantes como docentes seguimos aprendiendo, ya que el aprendizaje no se detiene. Ser investigador (a) en tiempos de pandemia es complicado sin el principal instrumento de trabajo: el laboratorio; sin embargo, pude seguir dando paso a la innovación, la generación de nuevas ideas y en la formación de estudiantes.
Huellas en el tiempo