Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda

Emotivo homenaje recibió el doctor Raymundo Mier Garza, lingüista, filósofo y Profesor Distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, por parte de la comunidad académica de la maestría en Comunicación y Política. Colegas, discípulos, amigas y amigos se congregaron en la sala de Consejo Académico para honrar la memoria de esta figura académica que marcó afinidades, edificó espacios interdisciplinarios y mantuvo vínculos vitales.

Fue una ceremonia cargada de palabras amorosas, analogías, música, anécdotas y testimonios; además presentaron un número especial de la revista Tramas dedicado a su obra. También develaron la placa-homenaje en la sala de usos múltiples de los posgrados de Ciencias Sociales y Humanidades; un acto que trajo al presente el legado de un hombre que marcó la vida de un sinnúmero de generaciones. 

Raymundo Mier Garza nació un 25 de febrero de 1953 en Apatzingán, Michoacán. Ingresó a la UAM Xochimilco en 1977 y a lo largo de 47 años se dedicó a investigar, impartir docencia y dictar cátedra en múltiples eventos académicos en México, Latinoamérica y otros países. En sus incontables conferencias, Raymundo estaba muy lejos de sonar solemne y en ellas afloraba su sentido del humor, su irreverencia y su amor por la música.

En su obra se encuentran numerosos textos de semiótica, antropología, filosofía, estética, cine y literatura, y precisamente por ese bagaje intelectual encontramos grandes conceptos contenidos en su discurso. También, Raymundo Mier sentía un profundo grado de inconformidad con los procesos burocráticos y administrativos de las instituciones, sin embargo, fue un constructor de espacios reflexivos para el debate académico. 

Las distintas voces recordaron el trabajo que Raymundo Mier mantenía con la comunidad intelectual de otras universidades nacionales y extranjeras (Argentina, Colombia, Costa Rica, Perú, etcétera), donde estuvo como profesor visitante y generaba un ambiente permeado de múltiples disciplinas. 

Como estudioso del orden ritual, consideraba que éste era fundamental en la vida de las personas. Este homenaje es un rito cargado de palabra y simbolismo donde se reconoce a un hombre que vivió en el lindero de lo mágico y lo escolástico, mezclando lo mejor de ambos mundos. Raymundo Mier fue un maestro en la máxima extensión de la palabra, pues nadie salía de los espacios donde él transitaba sin haberse transformado.

Aplicó la semiótica y la hermenéutica a la producción de algunos sectores del campo literario como Ramón López Velarde y Virginia Wolf. En el área etnográfica incursionó en Malinalco, Estado de México, donde abordó “el dolor de la pérdida y el duelo” para su tesis de doctorado, a lo que designó como el “dolor de lo indecible” en una condición limítrofe. 

Se le recordó como alguien siempre dispuesto a dedicar tiempo a la conversación. Nunca tenía prisa. La vehemencia y pasión con la que argumentaba y discutía era impresionante y le daba oportunidad de colocar su pensamiento filosófico en su justo término. Despertaba dudas a partir del ejercicio crítico y del estímulo por la creatividad intelectual de sus estudiantes, y enseñaba que no sólo se puede ser testigo de los acontecimientos. 

El legado de Raymundo Mier sigue vivo a través de sus contribuciones a la licenciatura en Comunicación Social, a la maestría en Comunicación y Política, al doctorado en Humanidades, así como en aulas, textos, libros y cátedras. La biografía de este querido profesor fue reconstruida con cariño por amigos y amigas para que su presencia perdure a través de su legado.  

La muerte intempestiva de Raymundo Mier, en enero de 2024, dejó desconsoladas a profesoras y profesores que convivieron con él durante cuatro décadas y con quien no sólo conversaban sobre la universidad, libros y proyectos, también de la vida familiar, de los desamores, de los desencuentros y de los pormenores de la vida.  En este acto amoroso participaron el doctor Francisco Javier Soria López, rector de la UAM Xochimilco, la doctora Esthela Sotelo Núñez, directora de la división de CSH, el maestro Teseo López Vargas, jefe del Departamento de Educación y Comunicación, así como los y las docentes Carmen De la Peza, Lidia Fernández Rivas, Gabriel Araujo, Sylvia Gutiérrez, Guiomar Rovira, Claudia Salazar, Margarita Zires, Diana Fuentes, María del Carmen Herrera, Norma Patiño, Andrés de Luna, Edgar Sandoval, Hans Saettele, entre otros.