Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
La presencia de la inteligencia artificial (IA) en nuestra sociedad es una realidad que despierta reflexiones, críticas y valoraciones centradas generalmente en los dilemas éticos que ésta plantea. Frente a esa postura, el doctor Walter Beller Taboada, profesor del Departamento de Educación y Comunicación, de la UAM Xochimilco (UAM-X), explora un camino alternativo para entender “el impacto de la IA en nuestras vidas, las cuales han modificado los hábitos de trabajo e, incluso, de pensamiento”.
En la presentación del libro Mente y lenguaje: Hacia una epistemología de la inteligencia artificial, editado por el área de Publicaciones CSH, el doctor Beller explicó que durante el confinamiento de la pandemia Covid-19, decidió sumergirse en las entrañas de los mecanismos de la IA, tras el asombro causado por la rápida capacidad de la Inteligencia Artificial de ofrecer respuestas extensas y con una sintaxis bastante acertada.

La Sala Mural, de la Biblioteca de la UAM Xochimilco, reunió a un nutrido número de estudiantes, donde el autor señaló que la comprensión actual de la IA es resultado de la convergencia de las neurociencias con respecto de los procesos subjetivos que se encuentran en la diada mente-lenguaje.
Como punto de partida, el filósofo y psicoanalista destacó que nuestra cultura y creencias son manifestaciones de cómo los individuos procesan la información del mundo que los rodea y, desde ahí, se entiende cómo funcionan nuestros sistemas de representación y toma de decisiones en determinado contexto histórico-social.

Asumió que la Inteligencia Artificial es un campo de investigación interdisciplinar que se ocupa de la creación de sistemas inteligentes que puedan simular el pensamiento humano, lo que implica la utilización de técnicas y métodos de la informática, la matemática, la psicología cognitiva y la filosofía de la mente, entre otras disciplinas.
“Quizá la parte más visible de ello es la informática, un dominio fundamental para el desarrollo de algoritmos y programas que permitan a las máquinas procesar y analizar grandes cantidades de datos. Las investigaciones sobre IA abrigan un creciente interés social porque tienen repercusiones casi inmediatas y espectaculares en la economía”, acentuó.

Walter Beller señaló que, hasta el momento, no se puede predecir hasta dónde llegará la Inteligencia Artificial, pero son varias las publicaciones que nos alertan sobre sus peligros como La ola que viene. Tecnología, poder y el gran dilema del siglo XXI, de Mustafa Suleyman, que muestra los lados luminosos y los escenarios distópicos en el orden internacional debidos a la explotación indiscriminada de la IA. También está el libro de Erik J. Larson (2022), El mito de la inteligencia artificial, quien sostiene que las máquinas no pueden pensar como lo hace el ser humano.
Subrayó que Mente y lenguaje, lejos de ser un libro técnico, es una reflexión desde el ámbito de las ciencias sociales y humanas sobre las implicaciones de la Inteligencia Artificial que, para bien o para mal, se tiene al alcance de nuestras manos.

Al comentar el libro, la doctora Edith Ariza Gómez, académica del Departamento de Política y Cultura, invitó al alumnado a un recorrido virtual imaginario por los cinco capítulos con el objetivo de comprender los elementos teóricos conceptuales contenidos en el libro: Pensamiento y cultura, humanidades y ciencias cognitivas; los límites del saber, horizontes de la Inteligencia Artificial; tipos de investigación de los sistemas de creencias; mecanismos y mente mecánica, y la lógica difusa, gradualidad y nueva apertura lenguaje-información.
La profesora indicó que Walter Beller introduce al lector en los principios del cerebro humano y a sus complejas interacciones, principalmente con la actividad neuronal y la cultura, así como la difícil tarea de la construcción del conocimiento que históricamente ha pasado por el impedimento de la fe hasta el privilegio de la razón en el periodo de la Ilustración, pasando por la revolución industrial y la llegada del desarrollo de elementos informáticos y la digitalización.

En su oportunidad, la doctora Janette Góngora Soberanes, del Departamento de Relaciones Sociales, sostuvo que, en el espacio universitario, la Inteligencia Artificial es muchas veces mal vista, pues se considera que es un trabajo que el alumnado no elaboró y se fusila la tarea mediante el GPT. “Aún existe mucha resistencia entre el profesorado de utilizar la IA como una herramienta académica”, acotó.
Indicó que el libro del doctor Beller es una obra humanista que reflexiona sobre las máquinas inteligentes que aprenden de nuestros datos, pero también de nuestras creencias, mismas que se traducen en sesgos algorítmicos. En este sentido, la teoría matemática de la mente y el procesamiento del lenguaje permiten a los sistemas de inteligencia artificial predecir y planificar acciones.







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