Reportera: Verónica Ordóñez Hernández
El doctor en Ciencias Veterinarias, Javier Lorenzo Olivares Orozco, y la maestra en Ciencias, Suzette Juárez Contreras, docentes del módulo Enfermedades infecciosas y parasitarias y su importancia en salud pública, que forma parte del plan de estudios de la licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X), Xochimilco, convocaron al 2º foro de investigación modular.
Tras la inauguración, encabezada por el doctor Luis Amado Ayala Pérez, director de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, el doctor en Ciencias Biomédicas, Víctor Hugo del Río Araiza, presentó la conferencia “Toxocariosis por Toxocara canis. Aspectos relevantes de una parasitosis desatendida”, en la que estableció la prevalencia de la enfermedad causada por el parásito toxocara canis, catalogado por distintas organizaciones mundiales del ámbito de la salud como uno de los diez contaminantes biológicos con potencial zoonótico.
El profesor investigador del Departamento de Parasitología, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (MVZ), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que esta enfermedad, con mayor prevalencia en los países en vías de desarrollo y en condiciones de pobreza, no recibe la atención necesaria a pesar de que compromete el bienestar de los animales, del medio ambiente y los ecosistemas y del ser humano, en el que se reporta la afectación de 1 000 millones de personas en el mundo, a causa del impacto en la producción y la salud animal, así como la alta presencia de huevos del parásito en las aguas residuales.
El responsable de Laboratorio de Interacciones Endocrino-Inmunitarias en Enfermedades Parasitarias, de la Facultad de MVZ de la UNAM, indicó que los principales hospederos de los parásitos son: los perros con el género toxocara cani y los gatos con género toxocara cati; otros estudios reportan la sobrevivencia de los parásitos en hospederos paraténicos —intermediarios que sirven para mantener su ciclo de vida— como los roedores y los invertebrados, específicamente las lombrices de tierra y las cucarachas.
El investigador centra su atención en el grupo de los canes y establece cuatro vías de infección de los perros: la ingesta de huevos larvados en estadío tres; por transmisión vertical o placentaria de la madre a las crías a partir del día 40 de gestación; por la vía lactogénica o trans mamaria, y por la ingesta de hospederos paraténicos. Estos hallazgos resultan relevantes ya que, al conocer el ciclo biológico del parásito, se puede determinar el tratamiento y esquemas de desparasitación, e incidir en el control de la enfermedad.
Del Río Araiza explicó que los parásitos adultos se alojan en el intestino delgado provocando problemas gastrointestinales y respiratorios, otras veces migran hacia el tejido muscular y se enquistan en los granulomas por tiempo prolongado. Los cachorros infectados pueden ser susceptibles de problemas neurológicos debido a la migración sistémica hepato-cardio-pulmonar del parásito.
Los parásitos machos miden entre ocho y 10 centímetros, mientras que las hembras llegar a medir hasta 18 centímetros. Una hembra produce de 100 000 a 200 000 huevos al día; esto significa que un cachorro infectado con 10 hembras en su intestino es capaz de producir alrededor de dos millones de huevos diariamente, mismos que arroja al medio ambiente a través de las heces. Se estima que los huevos, en una temperatura mayor a 30 grados centígrados tardarán entre cinco y siete días en alcanzar un estadío de larva en tercer tipo para ser infectivos.
El parásito es transmisible al humano a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados, carne cruda o poco cocida que contenga larvas o a través del contacto con las mascotas, toda vez que estudios refieren la presencia de huevos larvados adheridos al pelo de las mascotas.
El también editor de la sección veterinaria de la revista Bio Ciencias indicó que el problema epidemiológico se intensifica en México debido al elevado número de perros en condición de calle, de quienes se estima producen 500 toneladas al día de materia fecal, es así que la diseminación de los huevos parasitarios en las heces son un importante vehículo de contaminación del ambiente, el agua y el ser humano, con una incidencia de 88.6% en infantes, debido a que suelen frecuentar parques y jardines y a su cercanía con las mascotas.
La Toxocariosis es considerada una geohelmintiasis a la que no se le presta atención, pues se estima que no compromete la salud de quienes las padecen; sin embargo, la prevalencia de anticuerpos de toxocara cani en humanos incide en el desarrollo de enfermedades que, dependiendo del número de huevos larvados y la zona en la que se alojan, son de tipo respiratorio, del sistema nervioso central, muscular, abdominal y ocular. Por ello, el investigador sugiere, como método para mitigar el problema epidemiológico, revisar los esquemas de desparasitación para las hembras a partir del día 40 de gestación, lo que ayudaría a disminuir la cantidad de larvas que se transmiten de manera transversal a los cachorros, sin comprometer la vida de los mismos.
Por último, refirió que los fenómenos biológicos, como son las enfermedades infecciosas, por su complejidad, requieren del trabajo multidisciplinario interinstitucional, por lo que celebró la realización del foro, marco en el que se presentaron 11 trabajos de investigación en la modalidad de carteles que desarrolló el alumnado durante el trimestre.
De las investigaciones evaluadas por el profesorado, tres recibieron un reconocimiento por la puesta en marcha de los protocolos de investigación, la pertinencia social del tema y los resultados reportados. El primer lugar fue para las y los autores de la investigación “Determinación de resistencia a antibióticos de Staphylococcus aureus en bovinos productores de leche diagnosticados con mastitis en Tizayuca, Hidalgo”. El segundo lugar lo recibió el equipo que desarrolló el proyecto “Evaluación parasitológica en busca de larvas AL3 de Gnathostoma ssp, en carne de bagre y tilapia de la Ciudad de México”. Y el tercer lugar se otorgó al alumnado por el estudio denominado “Evaluación de la presencia de parásitos gastrointestinales en caprinos de producción familiar en la mesilla Hidalgo”.