Letras en línea
Anel Stefanía Rocha Sánchez
Licenciatura en Biología
División de Ciencias Biológicas y de la Salud
Amada Juanita, de mi, de ti
de quien busque tus brazos gloriosos.
De todos, de nadie
sólo de la inspiración de Dios al moldearte.
Te dejas envolver por amor total,
eres rosa y caudal de eterno querer
de ventura y dulzura.
Benditos los ojos que te miran besar
con afabilidad las mejillas del dolor,
sin que llores tú.
Fundes lentamente tu sensibilidad,
en el momento exacto en que vienes y vas.
Elevas tus pequeños ojos, semejantes al cristal.
Al rezar, conviertes tu ternura en un himno,
que no se permite dejar de entonar.
Te abandonas, mi bella Juanita
a la prosa que se exhibe en tu alma,
que aloja tu divina delicadeza
en el interior de tus suaves y delgados labios.
Sólo te suplico por gracia de Dios
que nunca olvides que eres vida y fulgor,
y cada amanecer te espera con placer.
No me permitiría clamar
que eres un ángel
ni fruto de una idolatría
porque rebasas conceptos y preceptos.
Juanita de mirada oscura,
lívida, semejante a la claridad de la luna,
sigue cuidando tu mirar divino, único
en el calor de tu mate voz armónica.