Zoe Yunuen Rodríguez Arias
Estudiante de la Licenciatura en Estomatología
División de Ciencias Biológicas y de la Salud
Ella, tan hermosa entre tela y tela,
anda y baila con cautela,
en la oscuridad siempre está,
pues el mundo la detesta.
Una velada salió a bailar
cuando vio a ese hombre caminar.
Era alguien que no podía destruir más,
pues su alma estaba llena de tempestad.
Ella se acercó, anhelando a su presa,
pero lo que vio fue muy diferente,
pues suelen temerle,
su mirada clavó cuando de repente,
anhelo es lo que vio.
Curiosamente
la inquietante alma de aquel hombre
logró despertar algo.
El deseo en sus ojos y la mirada en alto,
hizo que parara aquel asalto.
Pasó el tiempo y logró descubrir,
aquel hombre no podía seguir.
Él al querer ser feliz,
al beso de la muerte decidió recurrir.
Su último pensar decidió oír
para ver si de ella quería huir.
Se sorprendió cuando indagó lo que en su mente resonó :
“Ella es como el fuego que destruye todo a su paso,
yo…yo soy alguien a quien no pueden destruir más…
Curiosamente, su inquietante alma me hace sentir bien,
Curiosamente, su alma en llamas se detiene cuando está conmigo.
Ella se vuelve un calor abrazador en el invierno de mi alma.
Yo soy ese refrescante viento entre sus llamas”
El mejor escrito de todos los tiempos
Muy realista y específico en las emociones que están 24/7 presentes