Reportera: Verónica Ordóñez Hernández
La maestría en Rehabilitación Neurológica, de la Unidad Xochimilco, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X), celebra 50 años con un encuentro de tres días, en los que docentes precursores del posgrado reflexionaron respecto de los retos y perspectivas del programa de estudios.
Como parte del programa, científicos nacionales e internacionales, así como egresadas y egresados presentaron cuatro conferencias magistrales y seis mesas temáticas en los temas de atención temprana infantil, los impactos sociales y las experiencias de la práctica profesional en los ámbitos público y privado, en los que se han profesionalizado cerca de 400 egresados.

La conferencia magistral inaugural la impartió la doctora Marianne Berényi, investigadora del Departamento de Neurología, de ST Margaret Hospital Budapest, quien mantiene una colaboración científica de 40 años con la doctora María del Carmen Sánchez Pérez y el doctor Mario Mandujano Valdés, docentes fundadores del posgrado.
La neonatóloga-neuróloga divulgó nuevos hallazgos en el diagnóstico temprano de posibles anormalidades en lactantes recién nacidos con riesgo neurológico, un tema que investiga desde los años ochenta con el científico húngaro Ferenc Katona (1925-2023), precursor del método Katona, fundador del Departamento de Neurología en Hungría y colaborador cercano de la UAM Xochimilco, por lo que fue investido en 2005 con el Doctor Honoris Causa por esta universidad.

La doctora Berényi refirió que la rehabilitación efectiva del método Katona yace en tres momentos que han demostrado disminuir de manera significativa, incluso prevenir en ciertos casos, la aparición de discapacidades derivadas de trastornos en la regulación del sistema nervioso: la prevención, la implementación de la metodología de diagnóstico temprano y el tratamiento precoz.
Aseguró que el método representa una prevención rigurosa centrada en la evaluación objetiva de todas las funciones regularizadas por el sistema nervioso. La aplicación constante de técnicas especializadas permite emitir un diagnóstico certero, siempre y cuando sea inmediato a las señales vegetativas de los recién nacidos, primordialmente dentro de los dos o tres primeros meses de vida por ser el tiempo en el que la plasticidad del cerebro es más alta. La identificación de formas típicas en las primeras semanas de vida permite reconocer problemas relacionados con el movimiento, el tono, la conducta, la visión y otras anormalidades como la succión, la deglución y la epilepsia.

La científica explicó que Katona identificó aproximadamente 25 movimientos elementales sensomotrices, especialmente en humanos determinados genéticamente que permiten diagnósticos tempranos de alteraciones estereotípicas. Entre ellos está el control de la cabeza, “sin la elevación sostenida o el movimiento espacial el lactante estará impedido para realizar otros movimientos del desarrollo como girar, gatear, sentarse y caminar, manifestando secuelas de visión restringida y problemas del habla por tratarse de funciones que dependen en mayor medida del tono de los músculos axiales”, explicó.
Mencionó importantes contribuciones en la caracterización de las alteraciones a partir de dos grupos de movimientos: de verticalización, en los que el infante se vale de estímulos visuales para inducir el equilibrio en el aire de la cabeza y el tronco; y el gateo asistido, en el que la cabeza y el mentón se sostienen horizontalmente en la superficie mientras el lactante se desplaza con las extremidades en contacto con la superficie.

Sentenció que la prevención secundaria en el lactante recién nacido posibilita la rehabilitación en 45 por ciento si se siguen el tratamiento riguroso de tres horas diarias durante un año. Este compromiso es de los padres, al ser ellos quienes reciben capacitación para llevar el tratamiento desde su casa con evaluaciones mensuales en la clínica.
El doctor Mario Mandujano Valdés, profesor investigador del Departamento de Atención a la Salud y egresado de la segunda generación de la maestría, y la doctora María del Carmen Sánchez Pérez, doctora en Ciencias Biológicas y de la Salud, fundadora del programa, hablaron del proceso de integración de las líneas de investigación que sostiene el posgrado y alentaron a replantearse nuevos paradigmas para la búsqueda de la prevención de la discapacidad.

El doctor Mandujano Valdés, quien ocupó la coordinación de 1989 a 2001, aquilató el trabajo que inició en 1974 la investigadora María del Carmen Sánchez Pérez, por recomendación del doctor Luis Guillermo Ibarra, entonces director general de Rehabilitación de la Secretaría de Salud, para crear una maestría en Ciencias Aplicadas a la Rehabilitación.
De acuerdo con lo relatado por el especialista en Otorrinolaringología, en la concepción de las líneas teóricas se involucraron académicos e investigadores reconocidos como Paul Bach-y-Ryta, estudioso de la teoría de la Plasticidad Cerebral; Víctor Alcaraz Romero, especialista en la Neurofisiología Perinatal y el estudio del lenguaje; Thalia Harmony destacada en el ámbito de la Neurofisiología; José de Jesús Villalpando, responsable de los métodos estadísticos en la investigación y Rolf Meiners, precursor del componente socioeconómico como factor de riesgo para el desarrollo infantil. Con Donald Stein comenzó la colaboración interinstitucional internacional, mientras que André Roch Lecours encauzó la investigación de neurodesarrollo hacia los estudios de embriología del cerebro.

Un momento importante señalado por el y la ponente fue en 1996 con la colaboración entre la UAM Xochimilco y el Instituto Nacional de Pediatría en la investigación de ultrasonografía transfontanelar neonatal del que surgió el Centro de Investigación del neurodesarrollo IPN/UAM-X, un intercambio científico vigente.
De acuerdo con lo referido por la doctora Sánchez Pérez, especialista en Medicina Física y Rehabilitación y profesora investigadora de esta Unidad desde 1975, al bagaje de líneas teóricas se suma el conocimiento de los movimientos complejos elementales, cuya investigación se eleva a métodos diagnósticos y de tratamiento del sistema sensoriomotor a partir de una trayectoria neuroconstructivista.

En la inauguración del encuentro, que ocurrió en la Sala de Consejo de la Unidad, el doctor Luis Amado Ayala Pérez, director de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, cedió los micrófonos a los doctores Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad, y Gustavo Pacheco López, rector general de la UAM. Cada uno, en su oportunidad, reconoció los aportes del posgrado que en el presente trimestre escolar 25/Otoño recibe a la generación 45.
El doctor Soria López encomió el compromiso social del programa que desde su propuesta inicial mantiene una visión innovadora y humana que articula el conocimiento científico con la práctica clínica en la atención de la población con condiciones neurológicas complejas, así como en la formación de profesionistas en el ámbito de la rehabilitación, referente en hospitales, centros de investigación y espacios comunitarios.

Soria López invitó a reflexionar respecto de los retos futuros que se vislumbran con el envejecimiento poblacional y el incremento de enfermedades neurológicas. “Estos retos suponen innovar en metodologías y tecnologías de rehabilitación y, sobre todo, el imperativo ético de mantener en el centro a la persona, su dignidad y su bienestar”, dijo.
En tanto, el doctor Pacheco López indicó que la rehabilitación neurológica es una fuente de bienestar que debería estar al alcance de todos y todas quienes lo requieran. En ello, a la universidad pública con compromiso social le corresponde desarrollar, mantener y fortalecer estos programas y contribuir con la formación de profesionales en la prevención y la atención, así como valorar la importancia de propiciar la paridad de género de las egresadas y egresados, pues, desde su creación, 80 por ciento corresponde al género femenino y 20 por ciento al género masculino.



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