Documento Xochimilco un referente para la pedagogía transformadora
Reportera: Verónica Ordóñez Hernández
En el marco del Quinto Ciclo del Programa de Formación Docente que imparte la Unidad Xochimilco, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X), el doctor Luciano Concheiro Bórquez, Profesor Distinguido de esta casa de estudios y titular de la Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México, compartió sus reflexiones en torno a la UAM Xochimilco y el sistema modular.

El exsubsecretario de Educación Superior durante el sexenio de 2018 a 2024 refirió que a 50 años del sistema modular y de la visión de la UAM en su conjunto, no se debe olvidar el contexto del que fue producto. Una evolución que atravesó la crisis de los paradigmas científicos, las expresiones particulares de los procesos transformadores de la sociedad derivados de los movimientos estudiantiles, del conjunto de luchas políticas hacia la democratización del país, de los movimientos sociales en América Latina y de la llegada de refugiados políticos a México; etapas que en su conjunto abrevaron en el diseño curricular de la UAM Xochimilco.
El doctor en Desarrollo Rural señaló que la construcción de esa visión, que en el arranque era más bien intuitiva, se fue construyendo a partir de la confrontación directa y abierta con las disciplinas y de la lectura neopositivista de la realidad, apartándose abiertamente de esa construcción disciplinar que obedecía a una serie de estructuras dominadas por el saber científico, marcando el rumbo de la medicina en México, trastocando las ideas de la formación biologicista dominante.

El académico mencionó tres rupturas del sistema modular: La primera de orden pedagógico, al sobrepasar la centralidad del profesor. Una expresión tenía que ver con la capacidad en términos masculinos para la transmisión del conocimiento, como correa de la estructura científica. Lo disciplinar en el doble sentido de colocar al profesor en el centro del conocimiento y al alumnado como depositarios de lo que brinda el profesorado y de una estructura anquilosada y antidemocrática en la construcción del mismo conocimiento.
La segunda ruptura tiene que ver con el proceso educativo, al colocar en el centro lo pedagógico, a partir de elementos didácticos, expresiones corporales, de disposición física y prácticas directas que redundaron en la construcción de estructuras epistémicas y de cientificismo dominante, elementos que a la distancia “acabaron teniendo toda una presencia en la idea de la maduración y sus etapas, y una fuerte impronta a través de la psicología educativa y en una visión más amplia en las ciencias sociales y la ciencias biológicas, desde las corrientes teóricas del constructivismo piagetiano y el althusserianismo, y la visión teórico conceptual derivada tanto del estructural funcionalismo como del estructural marxismo”.

La tercera ruptura tiene que ver con la deconstrucción de las disciplinas alrededor de objetos de transformación que, expresados en ejes de investigación, permiten reconstruir la totalidad desde las parcialidades disciplinares incorporando una conciencia crítica en los distintos desarrollos teóricos, conceptuales y de la praxis.
A partir de todos los elementos señalados, el Documento Xochimilco es un esfuerzo general de gran valor, independientemente de su deriva y un referente de los nuevos efectos de la pedagogía transformadora para quienes, incluso, no conocen el trabajo del doctor Ángel Díaz Barriga, estudioso en el campo de la educación.

“El proceso de la nueva escuela mexicana y la transformación del conjunto de la educación inicial y básica en México me ha permitido reflexionar sobre la propia visión del proyecto educativo de la UAM creada con propósitos diferentes”, dijo.
La nueva escuela mexicana es un esfuerzo desde el intelectual orgánico de casi 2 400 000 profesores que intervienen en la educación básica de nuestro país y que acabaron cuestionando su propia práctica para transformarla. Son muchas las experiencias recogidas en el primer año respecto a los temas de evaluación, la construcción de la relación entre los educandos y los educadores, el cambio de roles, la integración, la decisión de la investigación en el centro, investigación que acababa haciendo investigación formativa y la decisión de los estudiantes respecto a qué temas investigar.

En la segunda fase, los retos tienen que ver con el proceso de autonomía académica en el codiseño y en la definición general. La interculturalidad como elemento disruptivo que el sistema modular de la UAM Xochimilco retoma de manera tangencial, es decir, que el sistema modular Xochimilco es objetivante, no se finca en la generación de todas aquellas subjetividades construidas a partir de lo pedagógico que pudieran dar los elementos para otros procesos.
En el tema de género, con respecto del conocimiento y al trastocamiento sobre el tema de la educación en la erradicación de las violencias de género, en la condición de la verdadera inclusión y todo lo de la nueva escuela mexicana, por una serie de razones nos quedamos a la mitad de lo que es verdaderamente inclusivo en la educación.

El doctor en Desarrollo Rural por esta universidad fue recibido por el doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco, quien durante la inauguración refirió que la educación superior constituye el eje neurálgico en la formación de una sociedad. En este sentido, dijo, apostar por una propuesta educativa que cuestione el conocimiento hegemónico y la ciencia como construcción positivista permite formar profesionales y seres humanos con una visión más amplia del mundo que logren articular la diversidad cultural que lo caracteriza.
El Programa de Formación Docente que tuvo sus inicios en 1977, con el primer ciclo llamado “Internalización en el Sistema Modular”, actualmente cuenta con la quinta generación de profesores y profesoras de las tres divisiones académicas que participan en el programa, del que aproximadamente 350 participan de manera constante. Actualmente es dirigido por la maestra Mariana Robles Rendón, responsable de la oficina de Formación Docente, que forma parte de la Coordinación de Desarrollo Educativo, dirigida por el doctor Leonel Pérez Expósito.



