Reportera: Verónica Ordóñez Hernández
Fotografías: José Ventura Flores Velasco

Un tercio de la población en México —casi 40 millones de niños, niñas y adolescentes— vive en la invisibilidad debido a la desigualdad legal, respaldada por la humanidad, refirió la doctora Tania Ramírez Hernández, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), instancia que colabora con la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAM-X), a través del Programa Infancia, coordinado por la doctora Minerva Gómez Plata.

Al participar en el foro “Voces para la construcción colectiva de una agenda nacional a favor de niñas, niños y adolescentes”, realizado en la UAM-X, la investigadora señaló que el adultocentrismo, arraigado por las prácticas sociales y familiares, en combinación con otras prácticas de violencia, se recrudece en el grupo de adolescentes.

Fue posible determinar ésta y otras problemáticas expuestas por Ramírez Hernández, debido al trabajo de la red, conformada por más de 75 organizaciones de la sociedad civil ubicadas en 20 estados de la República Mexicana. Y con base en esa labor, la doctora en Lingüística y Teoría de la Literatura señaló la necesidad de reconocer a las infancias como iguales y titulares de derechos en todos los ámbitos. Un elemento central de este reconocimiento, dijo, “consiste en desactivar las múltiples expresiones de violencia, incluso la violencia armada y criminal, la violencia física, la violencia sexual y la violencia digital, que componen un horizonte de apocalipsis en el que están creciendo las generaciones”.

Un ejemplo de este horizonte son las desapariciones, cuyas cifras se acentúan en el grupo de adolescentes entre 14 y 17 años de edad. Es decir, “habría que analizar si la falta de garantía de derechos, aunado a la pobreza y pobreza extrema, están orillando a las y los adolescentes a encontrar como única forma de supervivencia y ascenso social, estas actividades”.

La doctora Lurel Cedeño Peña, profesora de asignatura en la Escuela Nacional de Trabajo Social y en la Universidad del Claustro de Sor Juana, señaló la importancia de impartir, desde las infancias, una educación integral en sexualidades, que forme seres humanos con conocimientos, habilidades, actitudes y valores acompañados de la perspectiva de género. Esta preparación, dijo, “permitirá a niños y niñas desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas, equitativas, igualitarias y cuidadosas, y formará ciudadanos sexuales conocedores de sus derechos”.

Para generar nuevos procesos de empoderamiento es necesario terminar con la educación sexual que se forma desde el modelo biologicista moralizante basado en el miedo y la culpa, y enfrentar algunos retos, como la falta de propuestas de educación sexual dentro del sistema educativo, que hasta ahora ha sido reproductor y productor de formas hegemónicas de masculinidad y feminidad, a través de prácticas discursivas que actúan como tecnologías de género, a partir de la reproducción de un modelo heteronormativo, con ideologías promovidas por grupos conservadores.

La doctora en Ciencias Políticas y Sociales, Raquel Pastor Escobar, del Instituto Mora, habló de la labor que realiza Derechos de la Infancia y la Adolescencia A.C., de la que es fundadora, en colaboración con el proyecto del posdoctorado en Derechos de la Infancia y la Adolescencia, del Instituto. El proyecto consiste en acompañar a las organizaciones civiles en los procesos de restitución de derechos de niños, niñas y adolescentes que son violentados, y emitir planes de restitución integral que permitan a las procuradurías generar diagnósticos en el ejercicio de los derechos de la niñez.

La egresada de la licenciatura en Sociología de la UAM Azcapotzalco refirió que los casos atendidos muestran que el principal abuso a menores es cometido por un familiar, lo que indica la falta de protección a las infancias en los propios hogares.

Esta situación prevalece sin importar el nivel económico de las familias y muchas veces el abusador permanece sin castigo, ya sea porque las propias madres encubren a los responsables, porque es difícil comprobar la falta o por los costos elevados de los trámites judiciales, refirió la investigadora.

La doctora Minerva Gómez Plata, coordinadora del Programa Infancia de la UAM, explicó que el foro “Voces para la construcción colectiva de una agenda nacional a favor de niñas, niños y adolescentes” surgió en el marco del convenio de colaboración del Programa Infancia y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México (DIF), representado por el licenciado Carlos Leñero Escobar, y con la colaboración de la organización Senderos del Tzikin A.C., presidida por la licenciada Otilia Rivera y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), dirigida por la maestra Tania Ramírez Hernández.

Este trabajo colaborativo forma parte del Programa de coinversión del Sistema DIF de la Ciudad de México y el proyecto “¿Cómo es vivir mi comunidad?” Narrativa de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de las alcaldías Gustavo A. Madero, Xochimilco e Iztacalco de la Ciudad de México. Construyendo una metodología de participación. Es en este contexto, que surgió la inquietud por conocer la situación de la agenda nacional en materia de niñez y cómo se vincula con la participación de niñas y niños de las alcaldías referidas.

La información recabada de tres zonas de alta marginación, sumada a la generada por diversas instancias y organismos que trabajan con infancias, la ponemos a disposición del análisis de la agenda académica, las organizaciones sociales y las instituciones de gobierno, pues consideramos que una de las tareas, como universidad, es la de generar el intercambio y difusión de las problemáticas, pero también las prácticas que buscan transformar esas realidades, aseguró Gómez Plata.