Publicación bimestral de la Coordinación de Extensión Universitaria

Boletin Cauce

Hacia un diseño industrial social y sustentable con biomateriales

Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
Fotografías: José Ventura Flores Velasco

Entre las alternativas de investigación de los futuros diseñadores industriales, en el campo de la sustentabilidad, está la de experimentar con biomateriales ante la llamada “Crisis del Antropoceno”, derivada de la gran extracción de recursos naturales, el exacerbado consumo de productos diseñados para una duración corta y la contaminación por CO2, que han provocado daños irreversibles al medio ambiente y el calentamiento global al que hoy asistimos.

La diseñadora Taina Campos, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, dictó la conferencia magistral Perspectivas y materiales en el diseño, organizada por las doctoras Dulce Lizárraga y Karla García, del departamento de Métodos y Sistemas, en un acto que abarrotó de alumnos el auditorio Jesús Virchez, del Claustro de Diseño.

La especialista actualmente desarrolla el proyecto de investigación Sustentabilidad, Biomateriales, Género y Educación y es activa colaboradora de Diseña Colectiva, una agrupación que busca llevar el diseño nacional hacia nuevas vías de regeneración sustentable. Ella experimenta con materiales orgánicos para su reciclaje y diseña objetos que sean empáticos con el medio ambiente en todos sus proyectos. 

Taina Campos

Su trabajo experimental con féculas, hojas de maíz y hongos (celulosa bacteriana) la llevó a conformar un biomaterial con el cual sustituyó el plástico que se utiliza en bolsas, vasos y platos desechables. El proyecto tiene como finalidad eliminar el plástico y unicel que tanto se usan en las fiestas, llevar los itacates y, en el comercio de alimentos, aun cuando existe una ley que prohíbe los plásticos de un solo uso.

El propósito de Taina Campos consiste en que “los objetos de diseño con biomateriales, toda vez que terminan su ciclo vital, sean reutilizados como composta en los campos donde se cultiva maíz, y de esta manera, contribuir a la economía circular”. Su propuesta está pensada para realizarse localmente y, con ello, evitar la transportación de productos que generan emisiones de CO2.

Durante la pandemia empezó a experimentar con bioplásticos a base de grenetina (hueso de puerco) y convirtió su cocina en laboratorio. Así fue como empezó a producir a gran escala cuando descubrió el biomaterial con base en celulosa bacteriana que, al secarse, es como una piel que ahora utiliza como biomaterial.

“Trabajé en la alcaldía Milpa Alta, en un espacio rural donde se cultiva mucho maíz. Ahí, trabajé el proyecto llamado Artículos de Protección, conjuntamente con la colectiva Mujeres de la tierra. Estas mujeres campesinas, durante la pandemia, se agruparon para preparar alimentos con maíz para su sustento económico de forma independiente, ya que se quedaron sin trabajo y algunas sufrieron violencia doméstica”.

Taina Campos, Karla García y Dulce Lizárraga

“Ellas preparan comida rica y natural, sin pesticidas, que cultivan con sus propias manos. Con la hoja de maíz hice experimentos y produje moldes, empaques y platos para consumir esta comida. El material con el que actualmente trabajo es el micelio que es una raíz del hongo que crece por debajo de la tierra de forma radial o red”.

“Los champiñones y las setas son fructificación del hongo, por lo tanto, están compuestos de micelio. Ésta se reprodujo en laboratorio con muestras de setas con una consistencia celular resistente y sirve muy bien para hacer biomateriales. Usamos el aserrín como sustrato, se deja crecer, se saca del molde y se pone a secar para posteriormente hacer objetos de diseño”, apuntó.

La diseñadora Taina Campos ha sido invitada por Design week México, Space 10, el Museo Franz Mayer, el Museo Tamayo y el Museo de Arte Contemporáneo para exhibir éste y otros proyectos. Ha colaborado en propuestas de integración de diseño estratégico, innovación social y desarrollo de productos, los cuales son presentados desde una perspectiva de género.

En 2021, fue reconocida como una de las mujeres más importantes en la industria creativa por Coolhunter-Mexico y, en 2022, su trabajo se publicó en la revista Magazine. Junto con Andrea Soler, crearon Diseña Colectiva que, entre sus actividades, promovió el primer festival en México donde la diversidad fue el eje fundamental para impulsar proyectos propuestos por mujeres, trans y otras disidencias.