Cobertura UAM Xochimilco
Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
La presentación del libro Imperceptibles. Vida y lucha de Marcelina Bautista, de Rodrigo Quintero, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reunió a la comunidad universitaria para conmemorar el Día de la Mujer (8M) y escuchar la historia de esta luchadora social que a los 14 años salió de Nochixtlan, Oaxaca, para emplearse como trabajadora del hogar en la Ciudad de México, y vivir en carne propia las diversas formas de opresión y violencia por parte de sus empleadoras.
Gracias a su trabajo, se reformó la Ley Federal del Trabajo que incluye, para este sector, derechos de seguridad social, jornadas de ocho horas y días de descanso. Se trata de trabajadoras que se emplean en las labores domésticas por necesidad económica y otros factores asociados a la marginación y la pobreza.
En este acto, el doctor Francisco Javier Soria, rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, señaló que “las trabajadoras del hogar han sido un sector sistemáticamente violentado en sus derechos; actualmente, en nuestro país, según datos del Instituto Nacional de Estadística y geografía (Inegi) y el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred), aproximadamente, 2.3 millones de personas se dedican al trabajo del hogar remunerado, en total 92% es mujer”.
El rector admitió que actualmente subsisten actitudes discriminatorias en contra de las trabajadoras del hogar, por lo que, “Marcelina Bautista ha dedicado por más de dos décadas a visibilizar estas condiciones de trabajo y se convirtió en activista por los derechos laborales de este sector hasta lograr constituir, junto con otras aliadas y trabajadoras, el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar.
Marcela Azuela Gómez Marcela, promotora de la paz, derechos humanos y contra la discriminación de las trabajadoras del hogar, ha trabajado muy cerca de Marcelina en esta labor. Ella reconoció que esta historia es esperanzadora por los logros obtenidos en esta lucha donde el trabajo del hogar la realizan muchas mujeres migrantes, con su lengua originaria y con bajo nivel educativo que viven la discriminación, el racismo, el clasismo y violencia de género de manera cotidiana. Con este libro entendí muchas cosas más de Marcelina, me conmovió, me dolió, pero también reí mucho. Rodrigo muestra cómo Marcelina desde muy pequeña tuvo un don preciado como es la alegría de vivir, lo que le permitió adaptarse y tener curiosidad por conocer otros mundos. Tuvo la gran fortuna de ser deseada y amada por su madre y padre, con quienes siempre ha contado en momentos difíciles.
Agregó que Marcelina fue testigo de cómo vendieron a su tía como parte de las costumbres de su pueblo y sin saber, que esas eran prácticas “machistas”, la experiencia le dolió y la marcó. Cuando se dedicó a trabajar en el hogar observó las injusticias, pero tuvo la dignidad de no dejarse apabullar por sus empleadores y, aunque sus compañeras le hacían ver que “no había de otra”, ella supo relacionarse con mujeres de derechos humanos y construir un discurso para exigir condiciones de trabajo digno.
En su oportunidad, la doctora Mary Goldsmith, jefa del Área de Investigación Mujer, Identidad y Poder, y colaboradora estrecha de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de trabajadoras del hogar (CLCTH), calificó el trabajo de Marcelina como un compromiso político-ético-humano, pues la vida de Marcelina es la historia de muchas mujeres indígenas que migran a la ciudad de México.
“La pluma poética de Rodrigo narra la violencia laboral, el desprecio, los gritos y todo tipo de violencia por las que atravesó Marcelina Bautista, pero también describe cómo ella construye estrategias para visibilizar esos abusos. Destacó que la escuela política de Marcelina fue la lucha por la tierra de su padre; su ingreso a la juventud obrera católica con el Padre Iván y su participación en la CLCTH en 1988 en Bogotá, ahí conoció a mujeres que lideraban esta lucha y decidió ser protagonista”, apuntó Goldsmith.
La licenciada en derecho, Norma Gabriela López Castalleda, titular de la Dirección de Incorporación y Recaudación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que a tres años de lanzar el programa piloto para inscribir a las trabajadoras en el IMSS, “hoy cuenta con 54,000 personas activas y 12,000 personas que han logrado recuperar sus periodos cotizados y tener acceso a una pensión y atención médica de por vida”.
Agregó que “se han atendido 283,000 personas por cuestiones médicas, se han otorgado 23,000 incapacidades y acceso a guarderías. Esto es relevante porque habla de una inclusión y de 80,000 personas vinculadas a los beneficios de seguridad social”.
Por su parte, Marcelina Bautista reconoció que si bien estas conductas racistas hacia las trabajadoras del hogar por parte de las empleadoras, se inscriben de manera inconsciente, es precisamente por ello que es necesario visibilizar estas formas de opresión. “Debemos aprender a sacudirnos el miedo y luchar por nuestra dignidad y el respeto a nuestros derechos”, agregó.
En 2019, Marcelina Bautista fue nombrada en la revista Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de México; reconocida por el periódico El Universal como una de las 103 mujeres líderes; recibió el Premio Internacional de Derechos Humanos de la Friedrich Ebert Stiftung y el Premio por la Igualdad y no discriminación de Conapred. Recibió la Medalla Omecíhuatl de parte del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México y la Medalla al Mérito Hermila Galindo, otorgada por el Congreso de la Ciudad de México.