David Martínez Espinosa
Profesor de la licenciatura en Biología
Cantamos mareas en cánones de mirlos.
Sonamos sobrados de vicio sin sentido.
Vacío sin tiempo del vals tocamos,
incertidumbres inconsolables.
Olvidamos las olas.
Exiliados entonces, extrañamos a Eurídice.
Ausentes astros, aún a Ariadna deliramos,
décimas dichas en días duendes dodecasílabos.
Coros cual halago al abandono convertido en caos.
Con cantos caribes creamos corales,
exiguos caminos, callamos ciegos.
Nombres a nubes que narran hechizos.
Imaginarios insectos, inventamos inspiraciones idas.
Desencantados, desciframos efímeras estrellas.