Samuel Fuentes Hernández
Estudiante de Psicología
División de Ciencias Sociales y Humanidades
Realidad, por petición, podrías acelerar por decisión el tiempo, el mismo.
Inspeccionar. Tal vez así pueda saber si en verdad la enamoré.
¿Qué obtendrá mi espacio al esperar varado?
¿Acaso su amor vendrá?
Ya inundó mi alma, tan verde y desierta,
desearía que sea mi mar el que navegue.
No lo puedo evitar: pensar que ella verá mi amplio espacio sideral.
Adelanta por favor esta pieza,
y si me observas derrotado, sumido y olvidado,
dale vuelta al pasado,
cuenta los besos que a veces nos brindamos,
que nos proporcionamos, uno en un millón.
Tal vez vuelva en mil años.
Fue mi error acostumbrar mi juicio al viento,
ese cruel que me hizo ver mis esperanzas hasta el cielo;
pues nubló mi vista y yo creí en tal rosa que me dijo que ya era hora de expresar.
Es incierto aguardar, yo lo quiero asegurar,
¿cuánto tiempo más hay que mirar?
Yo la quiero en mi interior,
el anhelo en mi inexperto corazón,
pregunta si estaré a su lado con amor,
si ella acaso me amará y se quedará.
¿Acaso eso pasará?
Quisiera entender que esto lleva más tiempo,
que no es simple el comienzo,
que tal vez no suceda,
aún queda la opción de que suceda en mil años.
Que bella poesía, me encantó.