Publicación bimestral de la Coordinación de Extensión Universitaria

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El fenómeno burocrático y la dimensión imaginaria de Cornelius Castoriadis

La jornada “Paideia entre quien dirige y quien ejecuta. Ante el fenómeno burocrático” fue la actividad terminal de la Cátedra Interinstitucional Cornelius Castoriadis 2023-2025, en la cual se abordó el fenómeno burocrático desde la negación de la alteridad (negar al otro) y la permanencia en la repetición institucional de la significación imaginaria social de dominio racional.

El doctor Rafael Miranda Redondo, profesor investigador de la maestría en Psicología Social de Grupos e Instituciones y coordinador de la cátedra, abrió la sesión inaugural explicando que Castoriadis, para dar cuenta de la “crisis de sentido”, partió de un punto de quiebre en torno al paradigma capital-trabajo, en los años 50 del siglo pasado, un binomio incapaz de explicar los fenómenos contemporáneos y la emergencia del “fenómeno burocrático”.

Castoriadis, dijo, va a proponer como paradigma sustituto del capital-trabajo, la “separación entre quien dirige y quien ejecuta”, en tres momentos: instituyente-instituido-institución, cuyas categorías de análisis permitirían al filósofo asumir la complejidad que caracteriza la dimensión imaginaria de la sociedad ajena a su estructura y función.

El académico añadió que, estos tres momentos Castoriadis los presenta haciendo un uso metafórico de la propuesta orwelliana en la novela 1984, la cual versa sobre el Gran Hermano, líder del Partido Único que vigila y manipula a la población. En esta obra revela sin duda el mayor triunfo posible del sistema totalitario sin hacer uso de la violencia.

“Winston Smith, el protagonista, ha interiorizado en forma delirante y extrema el dominio total del sistema y llora porque ama al Gran Hermano. Winston no puede concebir un proyecto de autonomía porque es totalmente incompatible con la idea de dominio”, indicó Rafael Miranda.

Agregó que, para Castoriadis (1996), la necesidad de detener la carrera hacia el “dominio” es una tarea importante, pues de otra manera dejaremos de existir. El psicoanalista y filósofo greco-francés observa que este paradigma sustituto debe ser abordado desde la formación de la comunidad política, la paideia, la burocracia de los partidos de izquierda, la burocracia epistémica, la ecología política, las burocracias pastorales, la instituyente feminista y la burocratización.

Aclaró que el grupo Sociedad o Barbarie —al que pertenecía Cornelius Castoriadis— ya había reflexionado el fenómeno burocrático desde el saber psicoanalítico, el concepto de autonomía y la dimensión imaginaria social, entre otros, como una nueva manera de entender el servicio público.

Los cruces burocráticos

La conferencia magistral virtual “En los cruces burocráticos se esconden los imaginarios sociales”, dictada por la Universidad de Estocolmo, Suiza, sostuvo que tal y como lo vaticinó Cornelius Castoriadis en 1996, tras el derrumbe del paradigma capital-trabajo, hoy presenciamos una geopolítica burocrática que debemos frenar con formas de resistencia. 

Prueba de ello, dijo, está la vinculación de los mecanismos de hiper concentración del capital; la competencia y la confrontación para obtener liderazgos al precio de guerras locales o regionales; el poder oligárquico de controlar sistemas de información y comunicación; el acceso a la energía y el nivel de producción orientados a fortalecer los complejos militar industriales.

Al hablar de la tarea del grupo Socialismo o Barbarie (1948-1965), señaló que ellos propusieron una teoría nueva basada en el concepto de autonomía, cuyas propuestas teóricas se verificarían en el momento geopolítico-militar actual. Aunque este grupo se disolvió en 1967, en mayo del 68 se dio la razón a estas teorías al demostrar que la crisis social podía ir acompañada de una capacidad de cuestionamiento de las normas sociales.

Indicó que el término burocracia, entendida como una institución imaginaria de control social de las masas por parte de las oligarquías, aún conserva ideas residuales como los derechos y las libertades fundamentales que, en comparación con las burocracias totales, imponen un control de las masas mediante la fuerza y los medios de seguridad.

“Para Castoriadis, el nuevo orden internacional se basa en un cinismo de las palabras, lo cual aparece mucho antes de que los análisis de los pensadores posmodernos hablaran de la posverdad”, dijo.

Al referirse a la obra La ventana al caos, de Cornelis Norbertus Gysbrechts, dijo que este trampantojo es sin duda esa interfaz entre varias maneras de ver de épocas distintas, cuyo efecto ilusorio oculta o revela la instalación de un nuevo imaginario social. Castoriadis no comentó nada sobre estas pinturas, pero se interesó en el binomio caos-cosmos para comprender la aparición y la desaparición de lo que él llama “significaciones imaginarias”.

Estas significaciones se presentan como magmas de referencias que tienen sentido para los individuos de una época y de un contexto culturalmente situado. Sin embargo, la obra de Cornelius Castoriadis también está arraigada en la crítica artística y la crisis del arte contemporáneo. Una de sus obras, publicada después de su muerte, se llamó precisamente La ventana al caos.

El pasado 13 y 14 de marzo se realizó esta actividad académica, en la cual participó virtualmente el activista español Juan Manuel Vera, un defensor de las alternativas democráticas libertarias, quien, además de ser un especialista en la obra de Cornelius Castoriadis, es autor de una biografía de este filósofo. También se realizó una conexión con Patricia Aracil Santos, de la Colectiva Cereza, quien trabaja con las madres buscadoras y mujeres en condición de reclusión en Chiapas.

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