Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
La progresiva desaparición de la vivienda vernácula es causa de la expansión urbana, la especulación inmobiliaria, la pérdida de terrenos agrícolas y el uso materiales industrializados. Su recuperación debe responder no sólo a cuestiones de patrimonio cultural sino a una práctica heredada que tiene que ver con los recursos naturales del entorno y el menor impacto ambiental, expresó el doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco.
Con estas palabras, el rector inauguró el “Segundo Congreso Internacional de Vivienda Vernácula Mexicana. Medio Ambiente, Asentamiento y Patrimonio”, organizado por la División de Ciencias y Artes para el Diseño (CyAD), el Departamento de Métodos y Sistemas, el Área Académica Vivienda Popular y su Entorno, el Programa de Posgrado en Ciencias y Artes para el Diseño, la Maestría en Reutilización del Patrimonio Edificado, la Licenciatura en Arquitectura y el Taller de Vivienda.
El arquitecto Luis Alberto Andrade Pérez, profesor investigador del Departamento de Métodos y Sistemas, señaló que la vivienda vernácula mexicana se ha caracterizado por responder satisfactoriamente a los patrones tradicionales de habitabilidad y a las condiciones del medio ambiente del lugar donde se emplaza. “Comúnmente es construida por sus propios habitantes a partir de conocimientos que se transmiten de una generación a otra, mediante el aprovechamiento de los bienes naturales locales como materiales de construcción”, explicó.
El arquitecto Andrade subrayó que el tema de la arquitectura tradicional cobra relevancia ante los daños ambientales causados por la contaminación y el agotamiento de los bienes naturales, “ya que la construcción con materiales industrializados contribuye a potenciar estos fenómenos”. Dijo que las comunidades académicas miran hacia obras que por siglos han permitido el desarrollo armónico socioambiental con el menor impacto natural.
“Frente a este panorama, el Comité internacional de Arquitectura Vernácula (CIAV), del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, se ha dado a la tarea de defender este género de arquitectura habitacional a partir de lineamientos y desarrollo de estrategias establecidas en la Carta del Patrimonio Vernáculo Construido, la cual fue ratificada en la Asamblea General de México en 1999”, agregó.
En esta edición, investigadores de la UAM Xochimilco e invitados de otras instituciones de educación superior valoraron la situación actual del hábitat tradicional y las líneas de acción para su conservación y preservación. Coincidieron en la necesidad de identificar y documentar a nivel nacional el fenómeno de transformación y desaparición de este tipo de vivienda, así como de recuperar los procedimientos tradicionales en su producción.
La coordinación del congreso estuvo a cargo del arquitecto Luis Alberto Andrade, jefe del área de Vivienda Popular y su Entorno, cuyas líneas de investigación se enfocan en la casa rural tradicional mexicana; la producción social de vivienda y el hábitat, y el diseño arquitectónico habitacional bioclimático y sustentable.
Del 13 al 15 de noviembre se llevó a cabo el presente congreso con ponentes que abordaron otros temas, como medio ambiente; sustentabilidad ambiental; análisis bioclimático; técnicas de construcción tradicionales de asentamiento y patrimonio; además de puntualizar en cuestiones de función y significado del sistema de espacios abiertos y construidos en la morfología de los poblados tradicionales.
Por parte del comité organizador estuvieron presentes Alma Rodríguez de la Peña y el arquitecto Alfredo Flores Pérez como moderador.