Jorge Gabriel Karam Hernández
Licenciatura en Sociología
División de Ciencias Sociales y Humanidades
Tengo un vacío dentro de mí.
Un abismo que me come,
un agujero que me quema,
un hoyo enorme que me yerma,
que se lleva
todas las posibilidades de sentirme bien.
Siento un vacío dentro de mí.
Un hueco en mi pecho,
un hueco en mi ser,
un orificio en mi piel…
que no me deja
siquiera el recuerdo de volver a sonreír.
Anhelo un vacío dentro de mí.
Una rotura de hueso,
un boquete de memorias,
una abertura sobrexpuesta de sentimientos.
Tengo el alma hecha pedazos,
perforada de amores y de sueños.
Mis suspiros escapan por ahí,
drenan mi espíritu hasta vaciar mis ganas,
mis ganas
(d
e
t
i).
Sigo sintiendo(me) vacío.
Sigo perdiendo la fe.
Nuestro agujero de gusano permanece aquí.
Si alguien lo cruzara, se encontraría contigo…
Contigo antes de mí
No existen dos vacíos
que se entreguen lo mismo,
ni dos amantes que se obsequien
el mismo vacío infeliz.
Por ello,
del otro lado estás tú antes de conocerme,
y del otro estoy yo después de
c o i n c i d i r .
Hoy, perdido en el diluvio que fuiste,
en el desastre natural que fuimos,
y que construimos sobre el desierto que ahora soy,
estoy,
habito.
Siete años en el pasado o en el futuro
con el mismo h u e c o de siempre,
no influirían jamás en las diferentes líneas tiempo
que suceden en el mismo presente, presente.
Este vacío que florece en mi pecho
sólo tiene una dirección de autodestrucción,
y es, cómo todo en el universo
( c ó n c a v o y c o n v e x o ) :
˙˙˙oɹʇuǝp ɐıɔɐɥ
😮 Brutal ! 🤩