El III Congreso de Ecología Aplicada reunió a científicos en materia ambiental
Reportera: Guadalupe Ochoa Aranda
A casi 11 años de su creación, la maestría en Ecología Aplicada muestra su pertinencia ante las problemáticas ambientales. “A pesar de las evidencias contundentes, existe una gran resistencia a aceptar otras formas de abordar y resolver el problema de manejo en materia ambiental y de aprovechamiento de los recursos naturales”, advirtió el doctor Luis Amado Ayala Pérez, director de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud (CBS).
Con el lema “Sembrando conciencia, cosechando alternativas”, dio inicio el III Congreso de Ecología Aplicada, organizado por el alumnado de la décima generación de este posgrado, efectuado el pasado 28 y 29 de octubre, en el auditorio Miguel Ángel Granados Chiapa (UAM Xochimilco). Un evento que reunió a científicos y ecologistas que expusieron sus investigaciones in situ realizadas en distintas regiones del país.
El doctor Ayala enfatizó que la Ecología Aplicada es un nuevo campo de integración del conocimiento que permite comprender cómo interactúan las diferentes especies de un ecosistema para mantener su equilibrio. Se aplican principios de ecología, genética, biología y biotecnología para proteger el hábitat de la fauna y la flora.
Se trata, dijo, de enfoques transdisciplinarios relativamente novedosos, como: ecología del paisaje, la ecología económica y la bioética, con las cuales se generan alternativas de solución a partir del manejo y gestión de los recursos naturales. Conceptos como sustentabilidad, servicios ambientales, capital natural, asignación eficiente, entre otros, son cruciales para configurar proyectos para el bien común.
En su oportunidad, la bióloga Ana Paula Romero Calderón, en nombre del comité organizador, señaló que la Ecología Aplicada es un puente entre la teoría y la acción, entre la ciencia y la vida cotidiana y un llamado a actuar con decisión y creatividad para enfrentar la crisis ambiental de nuestro tiempo. “La indiferencia y la inacción no abona para enfrentar los desafíos ambientales”, dijo.
El doctor Víctor Ávila Akerberg, del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (COMECYT), dictó la conferencia magistral “Biodiversidad, importancia socioambiental y problemática del Bosque de Agua”, y señaló que este corredor forestal está conformado por la Ciudad de México, Estado de México y Morelos (lagunas de Zempoala, el Tepozteco, Ajusco, Dinamos, Desierto de los Leones, La Marquesa, Lerma y Villa del Carbón, entre otras zonas) con una extensión territorial de 250 mil hectáreas, donde habitan especies en peligro de extinción.
Indicó que, en los últimos cinco años, la tala ilegal en el Bosque de Agua se ha incrementado drásticamente en esta zona protegida, lo cual pone en riesgo la biodiversidad de la región donde cohabita el 10 por ciento de flora (gran variedad de hongos y plantas) y fauna (peces, aves, ajolotes, culebras, pumas y lagartijas) de México.
Asimismo, ha quedado al descubierto la crisis hídrica por la depredación de los bosques, pues deteriora la captación de agua que asegura la provisión del vital líquido a más de 25 millones de personas que viven en la región. El científico afirmó que actualmente promueve que este corredor biológico sea nombrado oficialmente como reserva hídrica y resguardado mediante una legislación.
En estos hermosos paisajes se pueden visualizar pastizales naturales, milpas, bosques, ríos y 191 núcleos agrarios, los cuales deben ser protegidos de los intereses extractivistas y los megaproyectos inmobiliarios. Por ello, la iniciativa de científicos en pro del Bosque de Agua trabaja de la mano con las comunidades en propuestas que contribuyen a la conservación y manejo sustentable de la biodiversidad, cultura y territorio.
El proyecto está compuesto de 41 capítulos, en los cuales se abordan la caracterización ecológica, biológica, cultural y socioambiental de la región, así como el conjunto de políticas públicas ambientales que se aplican para el control y gestión del territorio. Incluye también programas autogestivos y participativos de grupos organizados, en los que se resalta la identidad y las acciones de las y los líderes que participan en el aprovechamiento y cuidado de los bosques.
La doctora María Soledad Vázquez Murrieta (IPN), especialista en biotecnología microbiana, indicó que la fertilidad es la principal característica de los suelos agrícolas para la producción y depende en gran medida de los microorganismos que llevan a cabo el flujo de nutrientes.
Explicó que la función de las comunidades microbianas de un ecosistema es ser los principales actores de los ciclos biogeoquímicos en los procesos de reciclaje de nutrientes (en especial del nitrógeno), los cuales tienen una enorme trascendencia en el equilibrio biológico de ecosistemas.
“Las comunidades microbianas están presentes en todos los ecosistemas con una gran biodiversidad de bacterias, arqueas, hongos y virus, y, por lo tanto, juegan un papel fundamental en la fertilidad de los suelos agrícolas. Los microorganismos sobreviven en ambientes extremos y son importantes para la promoción del crecimiento vegetal y aminoran la toxicidad de los metales en la agricultura”, concluyó.
En este III Congreso de Ecología Aplicada, además de llevarse a cabo la conferencia magistral del doctor Ávila Akerberg, se expusieron 40 ponencias de participantes de la UAM Xochimilco y de otras instituciones; se organizaron talleres, exposición de carteles científicos y de divulgación, así como la premiación a los mejores trabajos.