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La trampa de la pobreza, una sentencia de muerte generacional

Reportera: Verónica Ordóñez Hernández
Fotografías: José Ventura Flores Velasco

En el ciclo de conferencias magistrales “La política económica y social en México”, el doctor Bendreff Desilus, quien ocupa la Cátedra José Flores Salgado, un nombramiento que otorga la División de Ciencias Sociales y Humanidades, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAM-X), impartió la tercera charla del ciclo, en la que compartió algunas estrategias para la erradicación de la pobreza en México.

En el foro convocado por el Departamento de Producción Económica, del que formó parte el doctor Desilus, señaló que, de acuerdo con algunos estudios, las personas con bajos ingresos tienen una esperanza de vida significativamente menor. Esta trampa de la pobreza, incluso intergeneracional, es una sentencia de muerte y un factor crucial que impide el crecimiento económico de cualquier nación, por lo que concierne a todos los ámbitos de la sociedad, resolver la problemática multidimensional.

Para contextualizar la dificultad de las desigualdades en el país, el egresado de la maestría y el doctorado en Relaciones Internacionales mencionó algunos datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), que corresponden al periodo de 2016 a 2022. Refirió que el porcentaje de personas en situación de pobreza es de 36.3% (46.8 millones), en pobreza extrema hay 7.1% (9.1 millones), y en pobreza moderada se contabiliza 29.3% (37.7millones), donde el porcentaje más alto de gente en pobreza y pobreza extrema se concentra en los estados del sur del país. En el ámbito educativo, destacó un rezago de 0.9%, al pasar de 18.5 a 19.4%.

Respecto a la población ocupada que no tiene acceso a la seguridad social, se contabiliza 63.6%, además de un incremento de 23.5% de personas que carecen de servicios de salud, al transitar de 15.6 a 39.1%. En cuestiones de género, el porcentaje de mujeres en pobreza es de 36.9% contra 35.6% de hombres; respecto a las mujeres adultas mayores, hay 31.6%, contra 30% de hombres adultos mayores.

Ante este panorama, el también profesor de la Universidad La Salle emitió algunas propuestas para hacerse de recursos financieros que permitan combatir la pobreza y reducir las desigualdades en el país. La primera tiene que ver con impulsar una política fiscal estricta, especialmente los ingresos tributarios, en tanto que, de acuerdo con los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se encuentra por debajo del promedio de recaudación de impuestos, con una cifra de 16.7 respecto a 21.7% registrado para América Latina y el Caribe y 34.1% para la propia OCDE.

La segunda propuesta del doctor es hacer uso de un porcentaje de la reserva internacional del país para invertir en salud y educación. Desde 2018, la reserva se ha incrementado exponencialmente y, al mes de marzo, el Banco de México reportó una cantidad acumulada de 220 mil millones de dólares. En este sentido, invertir en capital humano permitiría recuperar la inversión, en tanto que puede y debe ser el factor primordial que ayude a salir del problema de la pobreza, el primero de los 17 objetivos que ocupa a la ONU.

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