Publicación bimestral de la Coordinación de Extensión Universitaria

Cobertura UAM Xochimilco

Repensar la obra René Zavaleta en la política contemporánea

Se rindió homenaje al doctor René Zavaleta Mercado, quien fuera profesor del Departamento de Relaciones Sociales de la UAM-Xochimilco e intelectual boliviano que murió en México hace 40 años. Un hombre que tuvo la capacidad de configurar grandes premisas sociológicas que contribuyeron a las acciones del movimiento obrero boliviano, así como atender el llamado de su tiempo con aportaciones teóricas que hoy sirven de análisis de la política contemporánea.

El doctor Jaime Ortega Reyna, profesor-investigador de Departamento de Política y Cultura, de la UAM-X, fungió como anfitrión de este evento denominado “La política es la verdad de la vida: pensar con René Zavaleta”, en el cual participaron conferencistas de FLACSO, el Centro de Estudios Latinoamericanos de la UNAM y el área académica “Problemas de América Latina” de la UAM-X.

El homenaje inició con la conferencia “La memoria en materia política: instrucciones para recordar al obradorismo”, dictada por el maestro Enrique Sandoval y la licenciada Sandra Vanina, del Instituto Nacional de Formación Política del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), quienes visualizan al movimiento del obradorismo como esa multitud plebeya que protagonizó estos tiempos de transformación del país.  

Enrique Sandoval sostuvo que cuando Zavaleta decía que “la principal contribución sociológica del movimiento obrero boliviano es el estudio de la crisis nacional general como método de conocimiento”, se refería a los núcleos dispuestos para la lucha ideológica, los cuales requieren inventariar y universalizar sus planteamientos de conciencia.

“Tras los hechos de 1989, la memoria estratégica de la izquierda orientada hacia un futuro mejor se quebró. Las utopías fueron eclipsadas por el círculo vivo de la derrota. Las academias pasaron del paradigma de la sociedad y las clases sociales, a la memoria y las identidades”.

Indicó que en la obra de Zavaleta es posible observar una dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo a través de conceptos como las “fuerzas productivas”, “lucha de clases”, “historia”, “subjetividad”, “la determinación de la base superestructural”, etcétera. Esto significa que el componente de la memoria en la formación de los sujetos sociales es algo muy importante.

Según Zavaleta, el conocimiento con el que cuentan las clases sociales se halla en el depósito clasificado de sus prácticas pasadas. De esta forma, el conocimiento emana de la combinación del movimiento de esa clase, su historia y su memoria. Por ello, una clase conoce en la medida que recuerda y una clase que no recuerda no conoce.

En síntesis, dijo, para Zavaleta, la memoria es una cualidad de la conciencia que posibilita tres cosas: el autoconocimiento que tiene una clase por sí misma; el conocimiento que tiene esa clase de su sociedad, y las potencias prácticas de su formación social.

“La referencia de la memoria no implica una reminiscencia objetiva en Zavaleta, porque los hombres se acuerdan de lo que fue y no vieron y hasta de lo que no fue jamás. Así que la constitución de la memoria para organizar a una clase también cuenta con los recursos de la imaginación, sean éstos positivos o negativos”.

En su oportunidad, Sandra Vanina señaló que en este ensayo se concibe al obradorismo como “una multitud plebeya, no es un movimiento social más ni la base electoral de un partido como se suele creer, sino que es el pueblo que consigue su unificación a partir de la organización nacional y una herencia cuyo conocimiento emana de la combinación de su historia y su memoria”.

Vanina sostuvo que “esta herencia y sus implicaciones en la formación del obradorismo se puede comprender a través de la independencia de la corona en 1821, tras una cruenta guerra popular y la revolución mexicana (1910-1940). La primera amplió la soberanía popular frente a la iglesia y la segunda lo hizo frente a la gran propiedad agraria. Esta última fue un proceso y un recuerdo constitutivo aprehendido por los sectores populares”. 

Concluyeron que la Cuarta Transformación no es una etiqueta como algunos analistas aducen, sino un hecho histórico verificable. Su principal sujeto colectivo, el obradorismo, ha sido injustamente desdeñado, aunque ciertamente está reinventando el largo trayecto ideológico y político de lo nacional popular como aquí se expone.

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