Publicación bimestral de la Coordinación de Extensión Universitaria

Boletin Cauce

La evaluación de las políticas públicas, un aporte al conocimiento de las sociedades

Reportera: Verónica Ordóñez Hernández
Fotografías: José Ventura Flores Velasco

Emprender la formación, actualización y profesionalización de evaluadores y evaluadoras es una de las líneas de acción del proyecto EVAL UAM, impulsado por la Coordinación de Educación Continua, la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSH), a través del Departamento de Política y Cultura; el posgrado en Políticas Públicas y la licenciatura en Política y Gestión Social (PyGS), de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAM-X), está dirigido al enriquecimiento disciplinario y al fortalecimiento metodológico en el tema de la evaluación.

La participación, en EVALUAM, de estudiantes de posgrado, egresados, profesorado UAM, invitados y en retiro, reconocidos internacionalmente por su trayectoria en el ámbito de la evaluación, busca fortalecer la línea de políticas públicas y evaluación, en particular en la Unidad Xochimilco, así como contribuir a la preservación y difusión de la cultura de la evaluación en la sociedad, del mismo modo generar valor público y ampliar la capacidad de incidencia, explicó la doctora Estela Irene Sotelo Núñez, jefa del Departamento de Política y Cultura.

Con el apoyo de la doctora Myriam Cardozo Brum, consejera de Evalúa de la Ciudad de México, el equipo dirigido por el doctor Manuel Triano Enriquez, profesor invitado del Departamento de Política y Cultura y Coordinador Académico del proyecto, trazó dos estrategias, dirigidas, a largo plazo, a consolidar una escuela de evaluación en la División de CSH que coloque a la UAM Xochimilco como un referente en el tema.

1) Formar equipos multidisciplinarios y  vincularse con los organismos del sector público y social internacional, federal, regional y local para llevar a cabo evaluaciones de políticas y programas, y2) Contribuir a la formación, actualización y profesionalización de evaluadores y evaluadoras. A esta estrategia responde el diplomado internacional en modalidad mixta “Evaluación de Políticas Públicas”, inaugurado el pasado 16 de agosto del 2023, por el doctor Francisco Javier Soria López, rector de laUAM, Unidad Xochimilco, en presencia de la doctora Angélica Buendía Espinosa, secretaria de la Unidad, la doctora Silvia Pomar Fernández, secretaria Académica de la DCSH, el licenciado Jorge Oscar Rouquete Alvarado, coordinador de Educación Continua y coordinadores divisionales.

En la conferencia magistral que sirvió de preámbulo al diplomado, la doctora Rosario Cárdenas Elizalde, profesora investigadora de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, y Consejera Académica del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social CONEVAL, estableció la importancia de fortalecer la cultura de la evaluación como un elemento de control de calidad del diseño, los procesos, la operación y los resultados de las políticas públicas, con el fin de emitir recomendaciones a los gobiernos que permitan mejorar las acciones en beneficio de la sociedad, así como ofrecer a la ciudadanía elementos para juzgar la rendición de cuentas y transparencia en el derecho a la información y a los resultados alcanzados por los programas de gobierno.

La doctora en Estudios de Población y Salud Internacional reconoció que la evaluación es un avance en el ejercicio de derechos, toda vez que la rendición de cuentas y transparencia en el uso del erario ayuda a los procesos de la administración y fortalece los principios de ciudadanía.

La académica expresó que cualquier acto que evalúe en un clima de no sanción, con objetividad, con todos los elementos para responder las preguntas en torno a un programa o una acción, contribuye genuinamente a la mejora de las políticas públicas, asimismo reconocer su eficacia y su eficiencia ayuda a la construcción de un país justo, con menos desigualdad y con mayores oportunidades para el ejercicio de derechos.

Explicó que, en la medida en que fortalecemos la cultura de la evaluación, se cuenta con información oportuna y fidedigna y se crea un mecanismo que permite reconocer el esfuerzo de los funcionarios por mejorar las condiciones de la población. La aproximación puede ser cuantitativa, cualitativa o mixta, ello no demerita la calidad de la evaluación, la pertinencia con la que se realiza, o la calidad de la información que se utiliza para definir el alcance de la política evaluada.

La evaluación es realizada por instancias externas al gobierno, sin especial interés en un programa u otro, lo que garantiza el balance, la objetividad y el reconocimiento de los logros de los programas. A la vista del operador, la opinión se vuelve valiosa, ya que posibilita la adecuación y mejora del mecanismo, de tal forma que el resultado es un insumo que retroalimenta el trabajo gubernamental.

Los cuestionamientos que surgen en el proceso deben estar guiados por la eficiencia y eficacia de la acción, por ser ésta la que cambia el rumbo de la política pública; dar respuesta a esas preguntas permitirá adecuar, ampliar, perfeccionar, sustituir o interrumpir una acción que no es eficaz en su desempeño o no cumple con lo propuesto, precisó la doctora.

En el caso de las políticas públicas en la última etapa de la gestión gubernamental, la evaluación sirve para la transición de la administración, pues el balance identifica los resultados concretos, emite recomendaciones de los programas para mejorar sus resultados e identifica las áreas que no fueron representadas.

Por otra parte, el evaluador debe conducirse con ética, respetar el trabajo de los desarrolladores, identificar la pertinencia y la consistencia con lo planteado por el desarrollador. Es fundamental ser objetivos sin juzga la acción, el programa o la intervención. Respecto a las personas que aceptan ser evaluadas, deben aceptar el proceso en libertad y tener la certeza de que la evaluación no es un elemento sancionador.

Debido a que la evaluación no es obligatoria, es necesario establecer una relación profesional y fluida con los operadores de los programas y convencerlos de que su quehacer es valorado de manera apropiada, justa y apreciada. El convencimiento de la utilidad de los resultados es un camino más lento, pero más sólido en la construcción de una cultura de la evaluación, que empieza por tratarnos como pares, en el entendido de que la labor del evaluador es tan valioso como el trabajo del desarrollador de los programas.

El diplomado en Evaluación de Políticas Públicas concluye el próximo 24 de noviembre con la conferencia magistral de la doctora Araceli Damián, de Evalúa CDMX.