Publicación bimestral de la Coordinación de Extensión Universitaria

Cauce en línea

Fue él…

Letras en línea


Luis Alberto Robledo Hernández
Licenciatura en Sociología
División de Ciencias sociales y Humanidades
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Fue el hombre que amé durante tantos años.
Él sostuvo mi universo dentro de su bolsillo y recogió cada una de las estrellas para poder iluminar mi noche. Quería creer que él también me amaba. Porque él lo dijo, con susurros, gritos, en sus sueños, en letras de canciones, en el mirar de sus ojos. Durante tantos años, le dejé invadir mi corazón. Dejó que lo amara con mis propias maneras tan egoístas.
Teníamos tantos malos entendidos que tardábamos tan sólo días en resolver. Y teníamos errores del pasado que surgían cada vez que discutíamos. Apenas entendió mi propio idioma, pero él lo estudió para poder ver qué parte de mí era vulnerable y sostenerla
Si vamos a hablar de finales, probablemente esa expresión ha sido demasiado usada y fue demasiado repetitiva, apenas me sentí entumecido. Rompimos y volvimos de nuevo. Nos paramos, pero empezamos de nuevo. Hemos pausado, pero decidimos seguir adelante.
¿Eso hacen las personas que se aman no?…
Sin embargo, todos los finales siempre tuvieron su propio final severo. El que te hace darte cuenta de que no volverá, el que te hace sentir dolor de silencio porque sabes que no te va a alcanzar… el final al que todos tememos.
Algo no tan rutinario, una nueva vida ¿sería la mejor opción?
Intenté mudarme y probar nuevos lugares, sin él. Sin su sombra, sin su sonrisa y sin su dulce voz que me hacen envolverme en un arrullo de paz tan calmante… Intenté mudarme y empecé a recoger polvo disperso de la galaxia, hasta que pudiera tener mi nuevo universo otra vez.
Lo busqué en los ojos y la voz de otra persona, en otra piel y olor; pero me di cuenta de que él era único en su especie. No importaba cuántas veces me hiciera daño, todavía podía soportarlo.

No importa cuántas veces me obligó a irme, todavía corría tan rápido como pudiera en su chasquido de onda y destello de sonrisa.
Me di cuenta de que no sostenía mi universo, sino se convirtió en mi universo. Que cada vez que escucho las palabras amor y dolor, su cara aparece cristalizada. Sin embargo, encontró su nuevo mundo: lo encontró en ti.
Ahora que estás con él, tienes que entender que es impredecible y cambia tan a menudo, pero mientras puedas quedarte, por favor hazlo.
Yo podría ser la chica que tanto anhelaba en sus sueños, con la que vería sus películas favoritas de todos los tiempos y el primero que escuchó las canciones que escribió mientras tocaba su guitarra. Podría ser su primer amor, como él en algún momento lo nombró, pero ahora estás con él y lo tendrás de maneras en las que yo nunca lo podría tener. Ahora soy parte del pasado que algún día será olvidado.
Aquí estás, la mujer con la que hace una familia, dando el afecto de un cálido abrazo y sorpresas inesperadas, como un café mañanero, y tú serás la mano que sostendrá mientras viajan por el mundo. La mujer que comparte la misma botella champán con burbujas y besos manchados de vino, y burlas bajo mantas o el pelo con que jugará con su dedo, y la cabeza que descansara sobre tu pecho cuando duermes.


 
Y todavía me tiene, más bien como un recuerdo
Un pasado
Una lección
Una historia contada
Un ejemplo final.
 
Pero él te tiene, más bien un sueño
Una visión del pasillo de boda
Un vestido de novia
Una madre de sus hijos




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Lo busqué en los ojos y la voz de otra persona, en otra piel y olor; pero me di cuenta de que él era único en su especie. No importaba cuántas veces me hiciera daño, todavía podía soportarlo.
Un cuerpo por el que viene a casa
Una mecedora
Un futuro.
 
Él te mira de la misma manera
Lo veo.
 
Por favor, cuida de él.

									

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